El equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de la Capital Federal y Provincia de Buenos Aires volvió a expresar hoy su rechazo al aborto y resaltó que el tema "no está en las prioridades de los más pobres".
En una declaración pública, los sacerdotes de distintos barrios humildes señalaron que "cuando se niega el derecho a vivir, todos los derechos humanos quedan colgados de un hilo".
En línea con lo dicho por la Iglesia el domingo último en la Basílica de Luján, los curas "villeros" consideraron que el aborto "no es camino de solución a los profundos problemas que sufren" las mujeres de bajos recursos.
"Comprendemos que está en juego la salud, pero también comprendemos que no se puede alcanzar la salud descartando a otro ser humano. Por eso, para las mujeres de nuestros barrios, el aborto es vivido como un drama existencial, personal y comunitario", subrayaron.
Los curas se expresaron así al hablar del proyecto de aborto legal que el Poder Ejecutivo tiene pensado enviar al Congreso.
El texto iba a ser ingresado a la Cámara de Diputado este viernes, pero la emergencia sanitaria declarada por el coronavirus hizo que se postergara.
Para los sacerdotes, los argumentos del Poder Ejecutivo "conciben a la salud desde un enfoque aislado, como si lo seres humanos no fueran relación, vínculos, espíritu".
"A las mamás que sufren situaciones dramáticas hay que acompañarlas y poder ayudarlas con su embarazo, como hacen muchas vecinas que ayudan en situaciones difíciles, cuando no hay nadie más que ellas", expresaron.
"Si aparece alguna excusa para eliminar una vida humana inocente, siempre aparecerán razones para excluir de este mundo a algunos seres humanos que molesten", concluyeron.