El papa Francisco visitó este domingo por sorpresa dos iglesias del centro de Roma para rezar por "el fin de la pandemia" del coronavirus, al tiempo que se confirmó que el pontífice celebrará la semana de Pascua sin la presencia de fieles, en una decisión que busca frenar el avance del Covid-19 y que incluye la suspensión de todos los eventos con público hasta por lo menos el 12 de abril.
En su primera salida del Vaticano desde que se iniciara la difusión del virus, el Papa visitó esta tarde la Basílica de Santa María la Mayor y, tras hacer un pequeño tramo a pie, la Iglesia de San Marcello al Corso, en la tradicional calle de compras de la capital italiana Via del Corso, vacía estos días por las medidas dispuestas por el gobierno.
En San Marcello, el Papa rezó frente al Crucifijo que según la tradición católica salvó a Roma de la Gran Peste de 1522, y pidió "por el fin de la pandemia que golpea a Italia y al mundo"; además de dedicar su oración a víctimas, trabajadores de salud y enfermos, informó el Vaticano en un comunicado.
Horas antes, la Prefectura de la Casa Pontificia anunció que, "con motivo de la actual emergencia sanitaria internacional", todas las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa "se desarrollarán sin la presencia física de fieles", según indica una nota interna a la que accedió Télam.
Así, Jorge Bergoglio celebrará su octava Pascua como pontífice, incluido el lavado de pies del Jueves Santo y el Via Crucis en el símbolo de la capital italiana, sin presencia de fieles por primera vez desde 2013.
En la misiva dirigida al personal vaticano, la Prefectura confirmó además que mantendrá, al menos hasta el 12 de abril, la celebración de las audiencias generales de los miércoles y del Ángelus dominical sin público y con transmisiones en directo por streaming.
Este domingo, el Papa dedicó su misa matutina en la capilla de Casa Santa Marta a los trabajadores que continúan con sus labores en medio de la "zona naranja" dispuesta por el gobierno italiano para todo el territorio.
"Hoy quisiera hacer una oración especial con todos ustedes por las personas que con su trabajo garantizan el funcionamiento de la sociedad: los trabajadores de las farmacias, supermercados, transporte, policías", expresó el Papa.
"Oremos por todos aquellos que trabajan para que la vida social, la vida en la ciudad, pueda continuar en este momento", añadió Bergoglio en la que se mantiene como la única celebración litúrgica permitida en Italia, ante la cancelación de misas y funerales hasta el 3 de abril.
Luego, en un inédito Ángelus dominical transmitido por streaming sin presencia de fieles en la Plaza San Pedro, Francisco agradeció "la creatividad de los sacerdotes" italianos para hacer frente al coronavirus.
"Tantas noticias me llegan de la Lombardíasobre esto. Sacerdotesque piensan mil formas de estar cercanos al pueblo, para que el pueblo no se sienta abandonado", destacó Bergoglio, en relación a la región más golpeada de Italia.