Murió Amadeo Raúl Carrizo, uno de los arqueros más emblemáticos en la historia del fútbol argentino, a los 93 años en Buenos Aires, donde residía desde hace varios años junto a su familia.
Hace diez días le habían realizado un drenaje en la espalda y se encontraba internado en la Clínica Zabala.
Nacido el 12 de junio de 1926 en Rufino, Santa Fe, es considerado como un innovador en su puesto, al ser uno de los primeros en darle importancia al juego con los piés, algo que en la actualidad es muy valorado entre los porteros. Fue tal su importancia dentro del deporte que en cada aniversario de su natalicio en argentina se celebra el “Día del arquero”.
El 6 de mayo de 1945 debutó en River, institución en la que se convirtió en uno de los máximos ídolos, al ser el futbolista que más veces defendió la camiseta millonaria al disputar 520 partidos a lo largo de 23 años.
En su extenso y exitoso paso por el club de Núñez ganó 7 campeonatos de Primera División, 1 Copa Ibarguren y 2 Copa Aldao (torneo internacional de la época que enfrentaba al mejor equipo argentino con su par de Uruguay). En reconocimiento a su trayectoria, la dirigencia lo nombró “Presidente Honorario” de la institución en 2013.
La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol elaboró un ranking mundial histórico entre los años 1991 y 2009 y ubicó a Carrizo como el noveno mejor arquero.
Por su voluntad, sus restos serán cremados y llevados a Rufino, su ciudad natal.