El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ordenó a las fuerzas de seguridad “disparar a matar” contra quienes violen restricciones de circulación para ralentizar el avance del coronavirus, luego de una protesta en reclamo de ayuda al Gobierno por la imposibilidad de trabajar.
“No dudo. Mis órdenes son para la policía y el ejército, si hay problemas o surge una situación en que la gente pelea y sus vidas están en peligro, disparen a matar”, aseveró anoche el mandatario en un discurso televisado.
“A cambio de causar problemas, te enviaré a la tumba”, amenazó el mandatario, horas después de que una veintena de personas saliera a las calles en un barrio de la capital, Manila, para reclamar ayuda del Gobierno ante la imposibilidad de trabajar debido a la cuarentena.
Cabe destacar que el presidente obtuvo la semana pasada “poderes especiales” del Congreso para lidiar con la pandemia en una ley que incluye la provisión de 200.000 millones de pesos (4.000 millones de dólares) para repartir entre 18 millones de hogares desfavorecidos del país, donde el 16 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
En Filipinas se han detectado 2.633 casos de los cuales 107 han muerto y 51 se han recuperado, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Duterte tiene una larga historia de frases y acciones controvertidas, incluyendo su brutal lucha contra las drogas, dichos homófobos, bromas sobre violaciones de mujeres e insultos a líderes y dignatarios internacionales, entre ellos el papa Francisco, al que llamó una vez “hijo de puta”.