El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, aseguró que "por suerte, el sistema de salud hoy no está colapsado" y destacó que, desde su administración, se trabaja "incansablemente" para poder atender los contagios de coronavirus.
"Los contagios se redujeron respecto de lo que se esperaba porque se hablaba de un pico en abril y ahora se espera para mayo", describió el mandatario provincial.
Kicillof advirtió que la provincia contaba antes "con 300 camas disponibles" y ya duplicaron esa cantidad, y remarcó que "el sistema de salud venía muy golpeado" y lo están "poniendo en valor y expandiéndolo".
En ese sentido, subrayó que siente "una verdadera satisfacción" cuando logra ampliar 10 o 20 camas en determinados distritos.
Destacó que se está ante un escenario que, a futuro, se presenta desconocido porque "nadie, sabe ni cuándo ni cuántos infectados va a haber" y añadió que intentan que "haya menos contagios" y que los que existan que se den "a un ritmo menor".
Luego, expuso que se necesitan entre 700 y 1000 respiradores, detalló que junto a las universidades se trabaja para reparar algunos que estaban viejos o en mal estado y estimó que se está "camino a poder lograr el abastecimiento".
Finalmente, se refirió al decreto por el cual la provincia de Buenos Aires autorizó hoy a trabajar dentro del sistema sanitario a los médicos retirados y aquellos que se hayan acogido a un retiro voluntario para poder disponer de la mayor cantidad posible de personal especializado para atender la emergencia.
"Abrimos una convocatoria y vimos que muchos médicos jubilados están con ganas de trabajar y dar una mano, y por eso modificamos la reglamentación para permitirles que puedan hacerlo", aseveró Kicillof.
"De esto no se salva nadie solo; la solidaridad es la principal vacuna contra el Covid-19", concluyó el gobernador.