De esta forma se busca reemplazar el trayecto que realizan las líneas 221 y Costa Azul. Además se pide la ampliación de frecuencias en horas pico y profundizar las medidas de salubridad e higiene en el transporte público.
El bloque de concejales del Frente de Todos presentó un proyecto solicitando que la línea 581 extienda su recorrido hasta el Arroyo Las Brusquitas para acompañar a las vecinas y vecinos que viven en el sur del Partido y están padeciendo la suspensión de los servicios de las líneas 221 y Costa Azul. Esta iniciativa se suma a otras propuestas relacionadas con el transporte público, destinadas a facilitar el cuidado de las personas el marco de pandemia por el nuevo COVID-19.
“Actualmente hay barrios que están prácticamente incomunicados; si bien el aislamiento social, preventivo y obligatorio seguirá unas semanas más, hay gente de la zona sur que tiene que movilizarse porque trabaja en rubros exceptuados o debe ir al banco a realizar algún cobro. Hay que tener en cuenta que las entidades bancarias más cercanas están en el puerto. Hoy sin el Costa Azul y la 221 se hace casi imposible”, sostuvo el concejal Vito Amalfitano.
Esta medida beneficiaría a vecinos de San Eduardo del Mar, El Marquesado, Chapadmalal, Playa Los Lobos, Acantilados y Serena, que prácticamente no tienen opciones de transporte público.
Por otro lado, el Frente de Todos presentó la semana pasada un proyecto solicitando la ampliación de frecuencias del transporte público de pasajeros en horas pico, y asegurar condiciones de salubridad e higiene en los colectivos y las paradas.
Específicamente se solicita extender el acrílico protector que se ubica detrás de los conductores hasta el parabrisas dejando expuesto solo el lector de tarjetas SUBE, que las unidades puedan contar con un dispenser de alcohol en gel y que se demarque en el piso de las paradas más concurridas el distanciamiento de 1,5 metros.
También se solicitó que se mantenga la suspensión del estacionamiento medido, mientras dure la emergencia sanitaria, para descomprimir justamente el uso del transporte público y facilitar el desplazamiento con vehículos particulares.
“Estos proyectos apuntan a evitar que el transporte público de pasajeros se convierta en un foco de propagación. Sabemos que la mayoría de la gente está en sus casas, pero hay casos en los cuales las personas se deben trasladar igual. Esto se evidencia en los barrios más alejados del centro, donde no hay bancos y muchas veces las vecinas y vecinos deben tomarse el colectivo para ir cobrar”, explicó Amalfitano.