En momentos tan difíciles como estos, la solidaridad es una de las herramientas más importantes para afrontar las dificultades. Desde comedores y merenderos barriales, piden donaciones para poder seguir brindando un plato de comida a quienes no lo tienen. Necesitan principalmente alimentos secos y productos de limpieza.
Gisela Soler, referente de la Unidad Barrial Parque Peña, cuenta que la iniciativa surge de una necesidad muy concreta: se duplicó la cantidad de gente que necesita asistencia alimentaria: "La cuarentena no es para todxs igual, la changa en el barrio ya no existe, entonces la cantidad de familias que asisten a las Cocinas Populares se duplicó y hoy debemos achicar las porciones para que alcance para todxs y sin embargo nos siguen faltando alimentos".
Desde que se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio, aquellas familias que realizaban diferentes tareas dentro del trabajo informal: cortar el pasto, venta de productos, etc, perdieron su fuente de ingresos, esa changa que les permitía vivir al día y comprar sus alimentos. Esto, sumado a la suspensión de clases y los comedores escolares, se tradujo en que se duplicó la demanda en las cocinas populares (comedores y merenderos), que para evitar contagios en el marco de COVID-19 están trabajando con viandas.
Las cocinas populares se transformaron en nodos de abastecimiento barrial, para aquellas familias sin ingresos. Además de alimentos, se intenta proveer a esas familias de insumos de limpieza, para poder proteger también a esos hogares de la transmisión de Coronavirus.
"Las cocineras ponen de su bolsillo para comprar los productos de limpieza y así tener higienizado el lugar de trabajo para evitar contagios pero también debemos pensar en las familias que se acercan que si no tienen para comprar alimentos menos van a tener para comprar articulos de limpieza, entonces esas donaciones no solo irian a las cocinas populares sino a cada familia que le entregamos la vianda" señala Gisela.
Las cocinas populares de las diferentes Unidades Barriales articulan con la ONG CIMA, que aporta la logística, y cuentan con la colaboración de un empresario marplatense, Daniel Cufre, titular de las firmas Danfre y Chancho Va, que pone a disposición sus locales como puntos de encuentro con las personas que puedan aportar donaciones.
Soler señala que pensaron está campaña porque Mar del Plata y Batán, tienen mucha gente mayor, mucha gente sin empleo, pero también mucha gente muy solidaria. "Somos conscientes que acá nadie se salva sola o solo, entonces poner a funcionar una red de solidaridad es fundamental para superar esta crisis no solo sanitaria sino alimentaria también".
Todas las donaciones serán entregadas a las 13 cocinas populares que funcionan en distintos barrios de nuestra ciudad. En el marco de esta iniciativa, la ONG también gestionó que los locales Danfre y Chancho Va, los dias lunes, quienes cuentan con la tarjeta alimentar puedan obtener un 10% de descuento en su compra de alimentos.