La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) acordaron en forma excepcional la renovación de contratos por seis meses para contrarrestar la pérdida de las fuentes de trabajo de aquellos jugadores con vínculo vigente hasta el 30 de junio próximo en una temporada que fue suspendida por la pandemia de coronavirus.
El convenio no implica obligatoriedad de extender la relación laboral pero sí habilita a los clubes la posibilidad de prolongar el vínculo hasta el 31 de diciembre, como mínimo, en una medida extraordinaria por la emergencia sanitaria mundial.
En el escrito, que lleva la firma del presidente de la AFA, Claudio Tapia, y el secretario general del gremio, Sergio Marchi, los jugadores se comprometen a utilizar el receso del verano próximo en caso de ser necesario para completar competencias oficiales que sean necesarias para estructurar la nueva temporada 2021, que se disputará en año calendario y de agosto a junio como sucede en Europa.
"Se habilita en forma excepcional la posibilidad de que los clubes de fútbol asociados a la AFA y los/las futbolistas celebren contratos de trabajo por un plazo mínimo de seis meses. Dichos contratos deberán suscribirse en el mes de julio de 2020 y tener como fecha de finalización el 31 de diciembre de 2020, como mínimo", señala el escrito.
"La situación motivada por la pandemia de Covid-19, sumando al cambio de calendario de los torneos para las próximas temporadas, justifican la adopción de esta modalidad contractual excepcional, que redunda en beneficio de ambas partes de la relación laboral. Ello posibilita el mantenimiento de las fuentes de trabajo de un gran número de futbolistas, cuyos contratos tienen como fecha de finalización el 30 de junio de 2020", argumenta el acuerdo marco.
Más de 2.000 futbolistas de todas las categorías del fútbol argentino (201 de Primera División) tienen contrato con vencimiento el 30 de junio próximo, por lo que esta decisión les permitirá negociar con los clubes una extensión por la mitad del plazo que estaba contemplado en los reglamentos y en el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT).
La medida, además, tiene un importante efecto deportivo para los clubes, ya que aquellos que deban afrontar compromisos en lo que resta del año no se verán, si así lo desean, afectados por un éxodo masivo de jugadores a mediados de este año.
Debido a la pandemia y a la imposibilidad de ponerle una fecha concreta a la vuelta del fútbol, la AFA resolvió el pasado 28 de abril la suspensión de la temporada 2019-20 en todas las categorías, pero reservó el derecho a definir los ascensos de todas las divisiones en el campo de juego.
También proyectó la disputa de un torneo de Primera División en reemplazo de la Copa de la Superliga, que llevaba jugada sólo la primera fecha al momento de las suspensión del fútbol, para decidir la plaza de clasificación a la Copa Libertadores 2021 que entregaba esa competición.
Ese campeonato sustituto tendrá un formato adaptado al tiempo disponible de disputa y deberá combinarse con la realización de la Copa Argentina, que entrega otro cupo para la Libertadores y se encuentra en instancia de dieciseisavos de final.
El regreso del fútbol argentino no tiene fecha prevista, ni siquiera la vuelta de los entrenamientos, pero tanto las autoridades sanitarias como la propia dirigencia de AFA descartan que pueda producirse antes de septiembre como escenario de mayor optimismo.
Por esa razón, el convenio con Agremiados dispuso una segunda y última cláusula que habilita a jugar partidos oficiales en el receso veraniego de 2021.
"En caso de ser necesario para terminar con las competencias futbolísticas que puedan desarrollarse en la segunda mitad de 2020, se habilitará el receso veraniego a fin de que se disputen las eventuales fechas pendientes", dispone la cláusula final del acuerdo.