Un hombre, mayor de edad, tomó la decisión de quitarse la vida al no soportar la acusación que pesaba sobre él, nada menos que de abusar sexualmente de sus (dos) pequeñas nietas, según se conoció.
El suicidio del hombre (de 65 años) ocurrió en momentos en que la Policía había llegado a un domicilio del barrio Juramento con el objetivo de "evitar" una suerte de represalia de parte de vecinos que, supuestamente, tenían la intención de incendiar su vivienda y hacer "justicia por mano propia".
Los hechos se iniciaron cuando una niña de 14 años contó que su abuelo "solía manosearla" y, la madre de la criatura, se dirigió de inmediato a la comisaría de la Mujer donde comenzó a formular la denuncia, al tiempo que el padre de la niña se dirigió hasta la casa del barrio Juramento.
Al trascender las acusaciones por las redes sociales, varios vecinos se agolparon frente a la casa y fue necesario que llegara un móvil de la seccional Quinta para contener la posibilidad de algún desborde.
Sucede que otra nieta aseguró haber pasado por lo mismo que su prima, de modo que dos hijos del acusado se presentaron para exigir explicaciones e, incluso, un tercer hijo que vivía en el lugar pidió a los vecinos que se calmaran, ya que también él podía perder la casa si optaban por incendiarla.
El hombre negó las acusaciones y los policías le aconsejaron trasladarse hasta la comisaría para desactivar el foco de conflictos.
Luego, en la vivienda, se escucharon gritos provenientes de los fondos de la casa y, finalmente, el hijo que vivía allí, descubrió que su padre se había ahorcado.
La fiscal Andrea Gómez fue notificada de la situación y se inició un expediente por averiguación causales de muerte, al tiempo que también se le informó sobre la denuncia en la comisaría de la Mujer, aunque está última quedó automáticamente desestimada a raíz de la muerte.