El Dr. Ramón Carrillo nació en Santiago del Estero el 7 de marzo de 1906. Fue un estudiante destacado en todos los niveles y, en 1929 se recibió con medalla de oro de la carrera de Medicina.
Fue un destacado neurólogo y neurocirujano, que se abocó a trabajar en la salud pública, y que tenía la convicción de que la medicina debía orientarse "no hacia los factores directos de la enfermedad -los gérmenes microbianos- sino hacia los indirectos", es decir, hacia el contexto y los hábitos de vida de las personas.
En 1930 ganó una beca de la Universidad de Buenos Aires y se marchó a Europa. Desembarcó en Hamburgo, puerto del Elba de la convulsionada República de Weimar. En total, viajó unos tres años por el Viejo Continente, estudiando, investigando y aprendiendo neurociencias en Ámsterdam, Berlín y París.
Tras ser derrocado Ramón Castillo en 1943, asumió un gobierno militar. Fue en ese contexto que Carrillo conoció en el hospital Militar a Juan Domingo Perón, funcionario en el nuevo gobierno que ya entablaba diálogo con otros sectores y dirigentes para el futuro.
Cuando Perón fue electo por vía democrática en 1945, Carrillo se puso al frente de la Secretaría de Salud Pública, luego convertida en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación: de esta manera, el médico santiagueño fue el primer ministro de Salud del país.
Durante toda su gestión, que duró ocho años, construyó 21 hospitales con una capacidad de 22.000 camas. Fue el encargado de liderar el proyecto del tren sanitario que recorría el país durante cuatro meses al año. La función de este tren era hacer análisis clínicos y radiografías, ofrecer asistencia médica y odontológica en distintos lugares del país a donde no llegaban algunas especialidades o donde no había aparatos de alta complejidad, es decir, asegurar el derecho a la salud en los sectores vulnerables. Carrillo también creó la Empresa de Medicamentos del Estado Argentino (Emesta), la primera fábrica nacional de medicamentos que tenía el fin de abastecer de remedios al país por un bajo costo.
En su gestión, el ministro logró erradicar enfermedades endémicas como el paludismo, con campañas sumamente agresivas. Hizo desaparecer prácticamente la sífilis y las enfermedades venéreas. Siempre hizo énfasis en la vacunación. Tras la muerte de Eva Duarte de Perón, el vínculo de Carrillo con el peronismo comenzó a desgastarse. Después, terminó su cargo en julio de 1954, antes que el segundo gobierno de Juan Domingo Perón fuera derrocado por los militares el 16 de septiembre de 1955.
Entonces, Carrillo decidió permanecer fuera del país, más precisamente en Estados Unidos. Una carta de Carrillo de esta época recuerda que el médico descubrió una enfermedad, la papilitis aguda epidémica, pero nunca la patentó.
A Carrillo, el gobierno de facto de la "Revolución Libertadora" lo persiguió y hasta lo acusó de enriquecimiento ilícito. Lo llamaron el "ladrón de nafta".
Ya instalado en Brasil, en 1956, Carrillo falleció en la pobreza tras sufrir un ACV. En su casa de Belém, hay una placa recordatoria en su honor.