Hace pocas horas la confitería Boston volvió a ser noticia en Mar del Plata gracias a que el Juzgado Civil y Comercial N° 16, a cargo de Patricia Sara Gunsberg, dictó el 18 de mayo "la quiebra con continuidad laboral", dejando a un costado a los hermanos Juan Manuel y Pablo Lotero, dueños y causantes de la situación de la mítica confitería, y permitiendo a los trabajadores de los locales de calle Buenos Aires y de Constitución, continuar con sus actividades hasta que se haga firme la sentencia y se extienda aún más la posibilidad de seguir funcionando como hasta hoy.
“Cuando nos enteramos nos pusimos muy contentos, sobre todo por saber que se está haciendo justicia y se le saca la carea a los hermanos Lotero, que son unos estafadores y dejaron sin remordimiento a 80 trabajadores a la deriva. Poder seguir trabajando es un gran logro que se obtuvo para todos nosotros” señala Lucía Acuña, delegada del grupo de trabajadores que desde hace dos años sigue en pie con esta lucha histórica para la familia gastronómica marplatense.
En términos legales, la quiebra de la empresa implica que se debe proceder a liquidar todos los activos para afrontar el pasivo. En este caso en particular, dada la situación que desde que se realizó la intervención no se han generado mayores pasivos, lo que implica que quizás sea un negocio rentable, se pidió a la justicia vender la empresa en marcha; facilitando al día de mañana que alguien que quiera adquirirla funcionando, con sus activos, pasivos y empleados. “Por ahora tenemos una continuidad breve, por poco tiempo, a la espera de la resolución de la jueza que permita la continuidad a lo largo de tiempo”, explicó la trabajadora.
Desde el inicio de las dificultades con la Boston, el público dijo presente y dio su apoyo, tanto los marplatenses como los miles de turistas que se enteraron y pasaron por la ciudad: “Nos ha apoyado siempre. Los marplatenses nos siguen apoyando. Ahora estamos como todos con el tema de la pandemia, más reducidos, pero todos los días tenemos clientes fieles que se vienen a buscar sus medialunas y café. Lo importante es que seguimos trabajando, pudiendo mejorar cuando todo esto pase. Tenemos la sindicatura administrando los dos locales y eso es muy bueno”.
Junto a Carolina Jara y todos sus compañeros de los dos locales, Lucía también señaló como fundamental la acción legal, administrativa y sobre todo humana que realizó UTHGRA Mar del Plata para con ellos: “Fue uno de los momentos más amargos que nos tocó vivir, de desolación, tristeza…El apoyo incondicional del gremio gastronómico, sobre todo por el afecto, el apoyo emocional que tuvimos, fue fundamental. Pese a todo siempre mantuvimos nuestra obra social, nos cargaban hasta la tarjeta de colectivo! Tuvimos apoyo de psicólogos profesionales… Siempre se pusieron la camiseta por nosotros. Nancy (Todoroff) estuvo en todo, especialmente en las malas y con trabajo silencioso, sin aprovecharse de la situación. Les estamos profundamente agradecidos”, remarcaron.