AstraZeneca anunció este sábado la reanudación de los ensayos clínicos para continuar el desarrollo de su vacuna contra el coronavirus, un proceso que debió interrumpir durante la semana luego de que se produjera un presunto efecto adverso en un voluntario al que habían inoculado.
"Los ensayos clínicos para la vacuna AstraZeneca Oxford contra el coronavirus, AZD1222, se han reanudado en el Reino Unido tras recibir confirmación de la Autoridad de regulación sanitaria", informó la compañía.
A finales de agosto, la Unión Europea cerró con la farmacéutica británica AstraZeneca un “primer contrato” que le garantizaba el acceso a 300 millones de dosis de la vacuna, por lo que la suspensión de los ensayos supuso un motivo de preocupación en Europa y en otros partes del mundo.
En una nota en la que da cuenta de la reanudación de las pruebas, la Universidad de Oxford indicó que en todo el mundo unas 18.000 personas han recibido esta vacuna en estudio como parte de los ensayos clínicos y que, en pruebas tan amplias como esta, se espera que algún participante pueda sentirse mal.
“Cada caso debe ser evaluado cuidadosamente” para asegurar la seguridad de la vacuna, añadió el comunicado de Oxford, que no ha especificado la fecha de reanudación de los ensayos.
“No podemos desvelar la información médica sobre la enfermedad (del voluntario) por razones de confidencialidad del participante”, explica la universidad. “Estamos comprometidos -añadió- con la seguridad de nuestros participantes y el más alto nivel de conducta en nuestros estudios y seguiremos de cerca la seguridad” de la vacuna.
La potencial vacuna, que dio resultados prometedores en los primeros ensayos, estaba siendo sometida a pruebas clínicas en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica.
En agosto, los gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron a un acuerdo con AstraZeneca y la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna para sus países y distribuirla después al resto de América Latina, excepto Brasil.