El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se quitó el barbijo y saludo con un pulgar en alto al llegar a la Casa Blanca, donde su estado de salud seguirá siendo monitoreado, tras ser dado de alta del hospital donde fue internado el último viernes afectado por el coronaviruis.
Unos minutos antes, de tapaboca y traje y corbata, el mandatario había abandonado caminando el centro médico previo a entrar en un vehículo negro y luego en el Marine One en medio de los gritos de "¡Cuatro años más!, ¡Cuatro años más!" de sus seguidores apostados en la entrada, según reportó la agencia de noticias AFP.
"¡Volveremos pronto a la campaña!", había tuiteado poco antes Trump. "Las noticias falsas solo muestran las encuestas falsas", dijo.
"¡Me siento muy bien! No le tengan miedo a la Covid. No dejen que les domine la vida. Desarrollamos, bajo el Gobierno de Trump, varias drogas y conocimiento excelentes. ¡Me siento mejor de lo que me sentía hace 20 años!", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Poco después, su equipo médico, actualizó su estado de salud.
"El presidente Trump no está fuera de peligro del todo, pero (...) no hay nada que estemos haciendo acá que no se pueda hacer en su residencia", donde será monitoreado permanentemente, explicó Sean Conley, el médico presidencial, frente a las cámaras de televisión.