El presidente de la Federación Nacional del Colegio de Médicos italiano (Fnomceo), Filippo Anelli, pidió al Gobierno el cierre total del país ante el estado actual de los hospitales que empiezan a estar colapsados por los números enfermos de coronavirus.
En las últimas 24 horas se registraron en Italia 25.271 nuevos contagios y 356 muertes. Anelli advirtió de que “si se consideran los datos de esta semana como una tendencia típica y si los proyectamos sin prever mayores incrementos, la situación en un mes será dramática".
"Por lo tanto debemos, recurrir de inmediato a un cierre total”, aseguró el médico. “Con la media actual, en un mes llegaríamos a 10.000 muertos más”, alertó.
“O bloqueamos el virus o nos bloqueará porque nos están avisando de que el sistema no aguanta e incluso las regiones ahora amarillas pronto se encontrarán en las mismas condiciones que las zonas más afectadas”, agregó Anelli, en referencia al sistema de colores usado para definir la situación epidemiológica de las distintas partes del país.
Por otra parte, el asesor del ministerio de Sanidad para la emergencia, Walter Ricciardi, también afirmó el domingo por la noche en un programa televisivo que se necesitan “intervenciones absolutamente rápidas o se avecina una tragedia nacional”.
Las regiones norteñas de Lombardía, Piamonte y el Valle de Aosta y la sureña Calabria fueron calificadas como zonas rojas por el Gobierno.
En consecuencia, se les aplicó un confinamiento blando con la prohibición de abandonar la región o de salir de casa si no es para ir a trabajar, hacer compras o por motivos de salud o emergencias.
Campania, en tanto, fue calificada como zona amarilla y, por lo tanto, no tiene mayores restricciones.
Sin embargo, desde algunos hospitales de la región se elevó la petición de ayuda ante una situación de emergencia en la que se han visto filas de coches con pacientes que esperan para ser examinados.
El Gobierno está evaluando elevar el riesgo de algunas regiones. Campania es una de ellas. Veneto y Toscana podrían en las próximas horas ser también consideradas zonas naranjas o rojas.
Para Luigi De Magistris, alcalde de Nápoles, en la región de Campania, “proclamar la región como zona roja es lamentablemente una decisión inevitable, de hecho es una decisión tardía”.
El alcalde de Palermo, en Sicilia, Leoluca Orlando, aseguró que se "se avanza hacia una masacre anunciada ".