Diego Molina, uno de los hombres que se sacó una foto con el cadáver de Diego Armando Maradona se presentó el viernes a la noche en la comisaría 15 A de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a una abogada para ponerse a disposición de la Justicia.
Molina era empleado de la funeraria en la que se organizó el sepelio del ex jugador. Su imagen se viralizó y desató el enojo de la familia Maradona, sus amigos y de los fans.
Ayer fue indagado y se retiró de la comisaría sin ser detenido o demorado. Asimismo, por orden del fiscal Néstor Maragliano, se hicieron tres allanamientos: en la casa de otros dos empleados de apellido Fernández, que son padre e hijo y en las dos sedes de la casa de sepelios Pinier (en San Martín al 2900 y en Tres Arroyos al 1500).
Claudio Fernández, uno de los hombres que aparece en una de las fotos que se difundieron, habló ayer con Radio 10 y pidió disculpas.”Estábamos acomodando antes de llevarlo y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y sacó una foto. Pido perdón a todos”, dijo.Tanto Molina como los dos Fernández fueron despedidos tras el incidente.