Entre las entidades convocantes a la marcha se encontraban la Unidad Provida, que nuclea a más de 150 organizaciones de la sociedad civil, Marcha por la Vida MDQ, Fundación Impulsando Vida y organizaciones afines, junto al apoyo de de la Iglesia Católica y la Iglesia Evangélica.
Desde la Unidad Provida Mar del Plata manifestaron que “el aborto no salva vidas. Lo que sí salva la vida, las dos vidas, en especial de las mujeres adolescentes y más vulnerables embarazadas, es el cuidado, contención, acompañamiento, cercanía, medios económicos, educación, prevención, presencia del Estado y de otras asociaciones civiles y religiosas enmarcadas en un concepto amplio y humano de salud pública”.
La Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, que encabeza monseñor Pedro Laxague, también había alentado “fervientemente” a participar de la manifestación “a favor del derecho humano a la vida de toda persona garantizado en la misma Constitución nacional”, según un comunicado.
Además, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), que agrupa a las comunidades evangélicas y que tienen un alto poder de convocatoria, decidió sumarse a la marcha.
El Obispado de Mar del Plata en tanto emitió un comunicado titulado "La vida, siempre la vida" en el que expresó su postura sobre el valor y cuidado de la vida. “La Iglesia cuida siempre con predilección las dos vidas: la de la mujer y la del niño por nacer”, remarcó.
Comunicado de la Iglesia Católica de Mar del Plata
La postura de la Iglesia Católica ha sido siempre muy clara con respecto al valor y cuidado de la vida. La dignidad del niño por nacer, como la de toda persona en cualquier circunstancia, es absoluta y no debe ser vulnerada por nada ni por nadie.
En este tiempo que nos toca transitar, las palabras y los gestos de la Iglesia Católica de Mar del Plata siempre han estado del lado del cuidado y la defensa de la vida de todas y todos. Ante cualquier situación de muerte por abusos y violencia de género, discriminación y exclusión, pobreza y marginación, enfermedad o cualquier otra realidad, el Evangelio de Jesucristo nos invita a la defensa y el cuidado de la vida, y así lo hacemos con convicción y actitud profundamente pacífica.
En la misma línea hoy, una vez más, dejamos en claro nuestra irrenunciable posición con respecto a cualquier legislación que legitime el aborto. La Iglesia cuida siempre con predilección las dos vidas: la de la mujer y la del niño por nacer.
El Papa Francisco nos recuerda con claridad y contundencia en Evangelii Gaudium 213: Entre esos débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo.
Por eso, una vez más desde nuestra fe cristiana católica anunciamos y expresamos con pasión: la vida, siempre la vida.