La Corte Suprema dejó firme la condena a 5 años de prisión en la causa por la apropiación de la calcográfica Ciccone y a raíz de eso, el exfuncionario apuntó: "Lo que la Corte dice es 'no queremos opinar'".
El exvicepresidente Amado Boudou consideró que el fallo de la Corte Suprema que dejó firme su condena a 5 años de prisión en la causa por la apropiación de la calcográfica Ciccone es "otro baldazo del sistema del Poder Judicial sobre la República y la democracia argentina".
En ese marco, el exministro de Economía advirtió que el máximo tribunal optó por desoír las argumentaciones de los juristas y académicos Eugenio Zaffaroni y el fallecido Julio Maier, que respaldaron su pedido para que fuera revisada su condena.
"No hay una justificación o un por qué; lo que la Corte dice es 'no queremos opinar'; quizá sea porque en la Corte no hay ningún penalista; no sé", respondió Boudou, en diálogo con radio Rivadavia, cuando le preguntaron las razonas del fallo del alto tribunal, que el viernes último rechazó el recurso presentado por el exvicepresidente.
Boudou sostuvo que el máximo tribunal del país, con su decisión, eligió no tener en cuenta "dos opiniones muy importantes en términos técnicos", que son las de Zaffaroni "explicando por qué no había delito" y la de "Julio Maier sobre las declaraciones bajo el sistema del arrepentido".
"Sabemos que el poder más desprestitigado de todos es el Poder Judicial por cómo vienen actuando gran parte de jueces y fiscales hace décadas, no ahora; todo lo que hace el Poder Judicial está teñido de sospecha, arbitrariedad, incluso de extorsión", remarcó Boudou y mencionó la causa de los cuadernos en la que "los testigos o imputados si declaraban en contra de Cristina Fernández de Kirchner se iban a su casa".
"(El expresidente Mauricio) Macri y (los exministros) Germán Garavano y Patricia Bullrich tenían armado un sistema criminal; a uno de los imputados le pagaron con un hotel para que cambiara dos declaraciones anteriores; eso es el Poder Judicial también", graficó Boudou.
Dijo que él fue involucrado en el caso de Ciccone, "que fue la compra de un grupo empresario a otro", en la que él -dijo- no tuvo "nada que ver" y aseguró que eso consta en el expediente.
Además, remarcó que la imprenta "finalmente terminó en manos del Estado", una condición que Boudou aseguró haber defendido siempre.
"Hubo una parodia de juicio oral y parodia de sentencia para convalidar una sentencia mediática que ya estaba en el 2012, que tiene que ver con tratar de sacarme a mí de la cancha", declaró el exfuncionario y señaló a modo de ejemplo: "Cuando hay una sentencia de 900 páginas es porque muy bien no se puede explicar".
Ratificó que "de ninguna forma va a suceder" que él se retire de la política, pese a las adversidades judiciales y aún cuando en el expediente que lo tiene condenado "no hay una sola prueba" en su contra.
Apuntó también contra el juez Pablo Bertuzzi, trasladado por el Gobierno de Macri a la Cámara Federal, donde desde el Tribunal Oral Federal 4 condenó y detuvo a Boudou.
El exvicepresidente insistió con que Bertuzzi fue "premiado" con ese cargo por haber ordenado su detención y haber sentenciado en su contra.
"Estoy convencido que la política no es tener un cargo público, la política es poder decir la verdad, es poder decir cosas para la Argentina, compartirlo con compañeras y compañeros; esto de que la política es un juego de vanidades, es para muy poquitos, la construcción política es otra cosa y yo voy a seguir pensando y actuando con la misma fuerza y con la misma alegría de defender la causa popular porque el mundo es demasiado desigual y demasiado injusto para que uno se caiga por un tema personal", reflexionó.