Roberto Chucho Páez, concejal del Frente de Todos, realizó una pormenorizada evaluación del Presupuesto 2021 elevado por el Departamento Ejecutivo. El edil señaló que el proyecto presentado por la gestión Montenegro “no tiene conciencia social, es de continuidad y ajuste, no se hace cargo de la pandemia, permite el crecimiento de la planta política y carece de fondos para áreas claves del municipio”.
“El presupuesto es una herramienta central en la administración, a través de él se ven expresados las prioridades, las metas y el plan de un gobierno para un ejercicio, en este sentido, el presupuesto no es más que la expresión numérica del plan de gobierno, es una herramienta política. Más allá de que podamos ser personas que se manejan más con las palabras o con los hechos, hablar de presupuesto es hablar de números inevitablemente. Por ejemplo, una caída presupuestaria tan abrupta como la que se da en los bienes de uso de la secretaría de seguridad, que pierde un 99% de su presupuesto respecto del año pasado implica menos móviles para una patrulla comunitaria, menos destacamentos móviles, menos tótems, todas cosas que la gestión del ex secretario Oroquieta había prometido y no cumplió en un 90%. Podemos estar de acuerdo o no con esas políticas concretas del área, lo que no podemos obviar es que si un gobierno tiene un programa de gobernanza tiene que dotar de los recursos necesarios para cumplirlo”.
Páez detalló en su alocución el significado del debate presupuestario en el Concejo Deliberante y como estos números presentados por el oficialismo perjudican a los vecinos y a las vecinas de Mar del Plata.
“Vamos a empezar siendo claros y teniendo una conclusión firme, para luego desarrollar los argumentos que la sustentan, el porqué. La conclusión es que este presupuesto es de continuidad y ajuste. Continuidad porque conceptualmente vemos otra propuesta, junto a la de este ejercicio que concluye, que no encara un comienzo de solución temas coyunturales y estructurales de la ciudad, como así tampoco propone innovaciones profundas en cuestiones sustanciales, ajuste porque vemos que el presupuesto cae un 10% en términos reales, contando la inflación acumulada del periodo noviembre – noviembre, lo que creemos es la técnica adecuada. El presupuesto del ejercicio 2020 se mantenía casi idéntico en el total de fondos al del 2019. En ese momento los funcionarios nos decían que proponían un presupuesto “realista”, cumplible, que se diferenciaba de otros presupuestos que proponían grandes cambios para luego no llevarlos a cabo. Ahora bien, vemos que para el ejercicio 2020 la ejecución a fecha del 2 de noviembre era de solo un 65%. La pandemia seguramente influyó en la posibilidad de ejecutar los diversos fondos programados en algunas áreas, el problema es que algunas de ellas eran clave para afrontar la pandemia y también fueron sub-ejecutadas, cuando deberían haber sido, al menos, ejecutados en su totalidad. Ocurrió esto con salud, ejecutada solo en un 69%, desarrollo social solo un 66%, desarrollo productivo solo un 66%, por lo que vemos que la sub-ejecución no fue solo obra de la pandemia, sino una decisión política”.
En referencia a la pandemia del Covid – 19, el concejal el FdT resaltó que no existe en el actual presupuesto iniciativas propias para abordar la problemática.
“Decimos que la pandemia seguro influye en la realización de actos de gobierno y las políticas públicas, como así también en el rumbo que se le da al gobierno, pero ante esta vicisitud el Estado Nacional y Provincial aumentaron las redes de contención con el IFE, el ATP, los créditos blandos para Pymes, los fondos COVID para municipios, los hospitales modulares, la mantención incólume de las políticas de protección social como la tarjeta AlimenTAR. Lamentablemente desde el Ejecutivo Local no vimos prácticamente ninguna iniciativa propia, obviamente difícil tenerla cuando ya se había determinado establecer y continuar con una política de ajuste que no daba lugar a una decisión política en contrario. También podemos hablar del fondo COVID de 8.000.000 de pesos que funcionaba por medio de un convenio por el cual se giraban esos fondos de afectación para cubrir insumos y alimentos. El mismo no se repitió en varios pagos, como sí pasó en otros municipios, por la propia impericia del D.E. quien no rindió cuentas en tiempo y forma”.
Páez también mostró su preocupación por los recortes presupuestarios presentados en la Secretaría de Desarrollo y la Defensoría del Pueblo.
“Con respecto a la situación de la Secretaría de Desarrollo productivo la preocupación es sumamente grande, sobre todo cuando uno viene de tener representaciones en el sector de los trabajadores y trabajadoras. El presupuesto destinado a la Secretaría es de solo $ 124.231.064,00 al año, tan exiguo es que se refuerza su posición como la Secretaría con menos presupuesto de la administración central por lejos. Su participación en el presupuesto general es de 0,6 por ciento, sube del 0,5 del año pasado, pero aún no llega al 0,7 del 2019. O sea, aun no llega a lo que había dejado Arroyo. Esto muestra lo poco que interesa la misma en el marco general, los pocos recursos que tiene respecto de otras áreas. Vemos con preocupación recortes en áreas de protección del vecino y vecina como lo es la Defensoría del Pueblo del Partido. El mismo hace que el órgano pase de recibir 24,3 millones de pesos en 2020 a 18,8 millones de pesos en 2021. Como vemos, hay un recorte brutal, de alrededor de más del 40 por ciento en términos reales. El recorte en personal es de casi el 36%, en bienes de consumo, que son el “combustible de cualquier oficina” la caída es de alrededor del 95%. Algunos números más para tomar dimensión de lo que significa el paso dado por el Intendente: la Defensoría pasará a representar solo el 1,9% del presupuesto del Concejo Deliberante (Área de la que se desprende su presupuesto) y un 0,09 del presupuesto general”.
Por último el edil opositor recalcó el incremento de la planta política del gobierno del intendente Guillermo Montenegro.
“Vemos cómo se continúa con el gasto exponencial en la planta política, no porque seamos reacios a ese tipo de inversión o porque tengamos recelo por la actividad política, como sí lo manifiestan sectores del oficialismo o afines al oficialismo, sino porque vemos una notoria contradicción entre un discurso austero por un lado y hechos que no sostienen al discurso La inversión en personal político del Intendente sube así $30.000.000 respecto del año pasado, llegando a los $250.000.000 anuales. Con un 26% de desocupación en la ciudad la secretaria de producción tiene un presupuesto de $ 124.231.064,00, es decir, el gasto político duplica el presupuesto de la Secretaría de producción de la ciudad con más desempleo del país. También nos preocupa la situación de la pauta salarial del personal municipal, ya que el gasto en personal en toda la administración central cae un -18%. Su representación en el presupuesto cae 4%, esto a la salida de un año de un gran esfuerzo del sector del trabajo”.