"Estamos contemplando la posibilidad de que las fuerzas de seguridad disipen aglomeraciones, pero no vamos a implementar un toque de queda, tal vez sí un toque sanitario como el que se aplicó en el interior”, señaló Alberto Fernández.
El presidente aseguró que se analiza la posibilidad de que las fuerzas de seguridad actúen para “disipar” aglomeraciones de personas con el objetivo de “prevenir los casos de coronavirus”, pero descartó la aplicación de “un toque de queda”.
Además, anticipó que en enero llegarán las dosis de la vacuna Sputnik V desde Rusia que completarán el esquema de quienes ya se aplicaron y se apliquen la primera dosis en el marco del plan de vacunación puesto en marcha en todo el país tras el arribo de las primeras 300 mil dosis.
El jefe de Estado aseguró que, junto con el gobernador de la provincia de Buenos Aires y el jefe de Gobierno porteño, seguirá de cerca la evolución de la situación sanitaria para tomar eventuales medidas.
Por otro lado, mencionó "el problema de la costa Atlántica con el turismo y, en ese sentido, señaló que "Mar del Plata, que no la está pasando bien".
"Vamos a dejar pasar el fin de año y a partir de la semana que viene vamos a mirar con lupa a ver cómo resolvemos esto", anunció el mandatario.
En este marco, sostuvo que la sensación es que "diciembre fue un mes de mucho relajamiento" en cuanto a las medidas de cuidado para evitar los contagios, que llevó a "reuniones sociales y marchas de distintos tipo y por distintos motivos, todas cosas que pudieron favorecer que el virus circule".
Además, señaló que "es caldo de cultivo para el virus" también lo que se vio el 24 de diciembre a la noche, cuando "jóvenes se reunieron en las plazas sin barbijos, hacinados", o "las fiestas clandestinas que se están promoviendo por las redes sociales".