La justicia británica decidió este lunes no extraditar al fundador de WikiLeaks, el polémico Julian Assange, a Estados Unidos, que lo reclama para juzgarlo por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de prisión.
El australiano, de 49 años, conoció la decisión de la jueza Vanessa Baraitser, en un caso que sus defensores denuncian como clave para la libertad de prensa.
Al pronunciar su dictamen en la corte penal londinense de Old Bailey, la jueza consideró “demostrado” que el australiano de 49 años presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en EEUU, donde probablemente sería retenido en condiciones de confinamiento.
La decisión de la jueza podrá ser recurrida por ambas partes, lo que podría prolongar la larga saga judicial que rodea a Assange desde 2010, poco después de que su web WikiLeaks publicase cientos de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales que pusieron a Estados Unidos en más de un aprieto. Entre ellos figuraba un vídeo en que se veía como helicópteros de combate estadounidense disparaban contra civiles en Irak en 2007, matando a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.