En el marco del compromiso de la Iglesia Católica con todas la realidades que tienen que ver con el mundo y con la historia, el padre obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, presidió esta tarde la Misa en conmemoración del primer aniversario del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell.
El obispo diocesano se hace presente en la comunidad geselina celebrando una Misa en la parroquia Inmaculada Concepción. Se trata de una Misa especial, por la paz y la justicia, que es uno de los formularios que tiene la Iglesia para rezar por situaciones tan dolorosas como el asesinato de Fernando.
En la Misa por la paz y la justicia el padre obispo Gabriel predico a la luz del texto de las Bienaventuranzas del Evangelio de Mateo 5, 1-12. Allí el obispo expuso sus tres tradicionales puntitos para compartir y las palabras son: FE, JUSTICIA Y PAZ.
Dijo textualmente el obispo: “Celebramos una Misa por la FE. Fernando era un creyente católico, servidor. Su familia de tradición paraguaya también es muy devota, por eso celebramos nuestra fe cristiana católica y desde la fe pedimos el descanso en la vida eterna de Fernando y el don del consuelo para su padre, familiares y amigos y la protección de la Virgen de Caacupé, patrona del Paraguay.
Segunda palabra Justicia. Pedimos a Dios que dentro de los límites de la fragilidad humana pueda haber justicia para Fernando como tantos otros casos que terminan quedando impunes por distintos motivos. Que en este caso, de manera particular, pueda haber justicia para reparar el grave daño que se ha cometido quitando la vida a Fernando. Hacemos un pedido de justicia en el cual la fe cristiana católica se suma al pedido de sus papás.
Tercera palabra: Paz. Todo hecho violento, como el ocurrido aquí, en el que perdiera la vida Fernando, reclama un compromiso de paz. No se arregla la violencia con más violencia, sino que a la violencia se la combate con paz. Debemos buscar los caminos, como nos invita el Papa Francisco, para ser artesanos de la paz, promotores de la paz en la cultura del cuidado, como nos enseñaba recientemente el Papa, para buscar una sociedad realmente pacificada y pacificadora que surge en el seno de cada corazón y de cada familia”.
Con estas tres palabras puntos finalizaba su homilía el obispo Gabriel Mestre en la Misa en conmemoración del primer aniversario del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell.
La ceremonia presidida por el obispo fue concelebrada por el párroco de Villa Gesell, Pablo Bosisio y demás ministros de la diócesis. Participaron vecinos geselinos, turistas, amigos y familiares de Fernando y autoridades, todos ellos en un estricto cuidado de los protocolos sanitarios vigentes.