El guitarrista, cantor y compositor Omar Moreno Palacios, figura central de la canción folclórica surera bonaerense, murió anoche a los 82 años y dejó una marca imborrable en la cultura argentina a partir de clásicos como “Sencillito y de alpargatas” y “Huella sin huella”, entre muchos otros.
Nacido en 1938 en Chascomús y conocido como “Pancho”, Palacios se convirtió en uno de los referentes más importantes de la música del sur de la provincia de Buenos Aires junto a otros grandes como Alberto Merlo, José Larralde y Argentino Luna.
El guitarrista Juan Martín Scalerandi, músico con el que construyó en el último tiempo una sólida dupla que reunió a dos generaciones, habló hoy con Télam y recordó a Moreno Palacios como “el artista más importante que ha existido para todos los habitantes de esta llanura bonaerense, por su profundidad artística, su gran conocimiento de nuestra tierra y de nuestras tradiciones”.
“Además por ser el artista que ha llevado más lejos las expresiones artísticas bonaerenses rompiendo con todos los moldes, pero sin soltarse de la tradición más profunda –sostuvo-. Heredero de un linaje, como el de Mario Pardo, abierto estéticamente, conocedor de nuestra tierra y un gran amigo”.
Palacios, quien residía desde hace años en Temperley, falleció cerca de la medianoche, tras permanecer varios meses internado por una encefalitis, según anunció su hija Rocío.
Creador de clásicos como "Sencillito y de alpargatas", aclamada en festivales europeos y considerada una especie de himno del folclore característico del sur bonaerense, Moreno Palacios tuvo además una ardua labor como difusor de ese estilo a través de diversos programas radiales, como el caso del legendario ciclo "La Posta", que pasó por varias emisoras hasta que en 2017 recaló en Radio Nacional.
El se acercó a la música cuando tenía ocho años y mantuvo una intensa actividad en la región hasta los 18, cuando se radicó en Uruguay, tierra natal de sus abuelos.
Allí tuvo su primera gran exposición en los medios a partir de su participación en la popular Radio Carve, en donde se codeó con figuras como Sabina Olmos y Charlo; y en Radio El Espectador, en donde trabajaba como locutor un joven Alfredo Zitarrosa.
En la década del '60 regresó a la Argentina e inició una notable carrera con actuaciones en los principales escenarios del país, junto a figuras como Los Chalchaleros, Los Hermanos Ábalos, Raúl Barboza y Julia Elena Dávalos, entre otras.
En ese contexto, comenzaron a sonar sus obras más reconocidas, entre las que destacan "La paloma indiana", "Huella sin huella", "Provincia de Buenos Aires", "Te dije la verdad", "Trovador surero" y "Buen rumbo", entre tantas.