La subsecretaria de Hidrocarburos, Maggie Luz Videla Oporto, señaló este lunes que las tarifas de gas podrían aumentar entre un 17% y un 35%, para los usuarios residenciales y de determinados comercios.
“En la actualidad entre el 55,7% y el 60% del costo total del gas natural es afrontado por Estado nacional”, precisó Videla en la apertura de la audiencia pública virtual convocada por la Secretaría de Energía para tratar el precio del hidrocarburo a boca de pozo.
La funcionaria aclaró que el análisis oficial parte de los supuestos contemplados por un lado en el Presupuesto 2021, y por otro, en las proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) difundidas por el Banco Central.
Sobre esa base se busca definir la tarifa transitoria que regirá hasta tanto concluya el análisis de una nueva revisión tarifaria integral (RTI) por parte de los entes reguladores respectivos.
La subsecretaria precisó que el costo fiscal total vigente del gas natural afrontado por el Estado nacional para 2021 es de entre $ 110.586 millones y $ 132.963 millones.
Pero requeriría partidas adicionales del Presupuesto nacional -no previstas en la actualidad- que van desde $ 36.736 millones hasta $ 56.087 millones, según el escenario que se tome.
“La alternativa dos es una corrección tarifaria en las facturas finales, de 17 a 23% según las pautas fijadas en el Presupuesto, y de 26 a 35% de acuerdo con las estimaciones del REM”, puntualizó Videla.
La funcionaria nacional recordó que la demanda prioritaria representa 14.254 miles de millones de metros cúbicos (MMm3 día), es decir, un 30% del total del sistema.
El resto es lo que demanda Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) para transformar el gas en energía eléctrica en las centrales térmicas, un 40%; otro 25% va la industria; y un 5% se destina al GNC.
En la situación actual la factura promedio de marzo, para un usuario R31, sin impuestos, es de $ 702 en la distribuidora A y pasaría en julio a $ 2.160; pero de cumplirse la pauta presupuestaria, saltaría en julio a $ 2.653.
Para la distribuidora B, en ese mes del invierno el aumento del gas llevaría la factura, respectivamente, a $2.396 o a $ 2.956.
De acuerdo con las proyecciones del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado), en tanto, la suba de marzo a julio, con el marco actual, sería $ 2.169 a $ 2.921, pero con menos aporte del Estado, según la pauta presupuestaria, pasaría de $ 2.407 a $ 3.261.
Los incrementos podrían ubicarse entonces entre 17% y 23% si se cumple lo establecido en el Presupuesto, o de 26 a 35% en caso de que se verifiquen las proyecciones del REM.