Millones de musulmanes de todo el mundo iniciaron este martes el mes de ayuno sagrado del Ramadán, con oraciones comunitarias con distanciamiento social luego de que el inicio de la pandemia de coronavirus obligara a cerrar todas las mezquitas el año pasado.
Desde Indonesia hasta Egipto, el comienzo del mes de intensas plegarias, de ayuno diurno y fiestas nocturnas, está marcado por diversas restricciones que varían de país a país.
En Indonesia, la nación musulmana más poblada del mundo, los casos de Covid-19 están en alza pese a la campaña de vacunación. El Gobierno decidió aflojar las restricciones y permitir que las mezquitas abran para las oraciones, aunque con estrictos protocolos de salud y límites de 50% al aforo.
En la capital Yakarta, la renovada mezquita Istiqlal -la mayor del Sudeste Asiático- recibió a los fieles por primera vez tras más de un año de cierre debido a la pandemia, informó la agencia de noticias AFP.