En un medio provincial, el senador bonaerense Lucas Fiorini se refirió a la presencialidad en educación, las medidas ante la pandemia, legitimidades políticas que surgen del diálogo y postergación de elecciones. Asimismo manifestó cómo conceptualiza la política y la importancia de respetar la territorialidad y construir con diálogo.
Como todo en la política hay que saber contextualizarlo. Nosotros creemos que la educación es fundamental, ya que se trata de una herramienta que permite de manera concreta la igualdad de oportunidades como ninguna otra. Por eso debemos intentar que la educación sea lo mejor posible y estar muy atentos a las condiciones que permitan que llegue mejor, sobre todo a los sectores que más la necesitan, los más vulnerables, que, lamentablemente en la provincia de Buenos Aires son muy amplios.
La evidencia muestra que es mucho mejor la educación presencial que la virtual. Acá no estamos haciendo una crítica al esfuerzo de los docentes, que es muy grande y muchas veces mayor con la virtualidad, sino de los resultados para los alumnos. Aproximadamente, un alumno aprende entre el 70 y el 80 por ciento de lo que aprende de manera presencial cuando lo hace virtualmente.
Por otro lado, todos sabemos que los sectores más afectados con la virtualidad son aquellos que tienen más inconvenientes para acceder a la misma. Y cuando a esto lo cruzamos con la deserción que ha habido, es muy preocupante.
Además, partimos de un mal piso que es haber tenido el año pasado una cuarentena tomada por el Ejecutivo nacional y provincial de una manera demasiado liviana, en el sentido de que fue generalizada y demasiado extensa. En octubre lo único que teníamos cerrado eran las clases; todo el resto parecía casi normal. Para los que es importante la visión de la educación, las escuelas son lo último que se debe cerrar y lo primero que tiene que abrirse. Siempre, cuanto más tiempo está abierta una escuela, mejor. Como bien dijo el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, “el aula más peligrosa es la que está cerrada” y esto es así.
Contextualizo porque sino la discusión se pone en términos de grieta y de tratar de tirarle al otro cuestiones que no hacen a la construcción común. Creo que la política siempre tiene que analizar el contexto y la realidad y nosotros venimos de un contexto educacional muy malo para un objetivo primordial que es en una situación difícil intentar integrar a todos los menores en etapa educativa. En este marco es que para nosotros es necesaria la esencialidad de la educación para asegurarla en lo que viene.
Este análisis hay que hacerlo siempre con las variantes de objetivo -relacionada a la primacía de la educación- pero también el contexto. Obviamente que si la situación epidemiológica se pone muy complicada posiblemente llegue esa última decisión que tiene que ser algún tipo de restricción más fuerte. Pero esa tiene que ser la última decisión luego de un estudio pormenorizado de la situación, cuidando la educación.
¿Respecto al resto de las medidas que han venido tomando los gobiernos nacional y provincial en esta segunda ola de la pandemia qué opina?
Siempre he sido muy prudente respecto a las decisiones que tienen que tomar los Ejecutivos en una situación tan difícil como esta. Obviamente que tienen que tener racionalidad. Creo que el problema más grande que tenemos es que como las medidas en general fueron demasiado extensas para una situación que, en ese momento, no era tan grave, ahora se hace más difícil volver a tomar medidas necesarias porque “el colchón” que le queda a la gente es muy limitado o ninguno.
¿Cómo hacés ahora para tomar medidas drásticas cuando la economía necesita también despegarse? Si no se pone en contexto esto, el análisis no se puede hacer completo. Acá lo que arrancó muy bien sentándose, dialogando, cuando empezó la pandemia, derivó después por parte, sobretodo, del Ejecutivo nacional en un “cortarse solo” y querer hacer política de una decisión que tendría que haber sido conjunta.
Hoy lo que estamos viendo es que cuando se rompe el mecanismo del diálogo, del consenso, en medidas tan difíciles, sobreabundan dos cosas: las medidas que no se deben tomar y las críticas excesivas. Creo que hay que ir evaluando las medidas a tomar y hay que hacerlo en un marco de diálogo y unidad nacional que hoy no veo. Por eso destaco la decisión de Larreta de dejar abierta la puerta a dialogar y a tomar medidas conjuntas, que creo sería lo ideal.
Sobre el debate por la fecha de realización de las PASO, ¿qué postura tiene?
Me parece razonable. Una cosa es la restricción de la participación popular y de la democracia, que significaría una suspensión de las PASO como se ha planteado, y otra postergar uno o dos meses las fechas de las elecciones porque las primarias pueden caer en agosto, que de por sí es un mes vinculado a las complicaciones de enfermedades del invierno, y puede agravar los contagios.
¿Cómo viene el trabajo en Unidos, el espacio que comparte con el senador Roberto Costa?
Viene más que bien. Usaría la palabra “sorprendido” pero no es la que corresponde porque sabíamos que había esta necesidad dentro del espacio. Nosotros señalamos que Juntos por el Cambio tenía que permanecer unido, y ahí tenemos una legitimidad muy grande porque hemos sido protagonistas de la unidad del bloque de senadores, con la importancia que representa tener la mayoría y la dificultad que significa mantenerlo.
Pero así como tenemos una importante legitimidad respecto a la unidad, señalamos que esta es una condición necesaria pero un suficiente. Nos faltaron 15 puntos en la última elección en la provincia de Buenos Aires y creo que podemos crecer porque, lamentablemente, el gobierno nacional y provincial han tenido demasiados desaciertos en la gestión y en las políticas públicas. Hay una necesidad muy grande de que haya una expresión que le de una alternativa al oficialismo, pero hay que ampliarse. Y para eso hay que abrirse entonces, la otra condición, además de la unidad, es la apertura.
Y la apertura en un sentido doble: Primero para todos los espacios que no son tradicionales en Junto por el Cambio como los que vienen del peronismo, el desarrollismo, independientes, vecinalistas, que quieren integrar nuestro espacio pero siendo parte, con peso dentro del frente. Hay que trascender ciertas diferencias cuando tenemos unidad de un Norte y de valores.
Por otro lado, con Roberto (Costa) veíamos que al espacio le hacía falta una apertura desde lo territorial, hacia el dirigente local, que no solamente sea escuchado sino también respetado. Creo que ha habido una sobreabundancia de decisiones de superestructura dentro del espacio que te alejan de ese dirigente que quiere hacer su aporte pero siendo parte. Además, la territorialidad es performativa, te acerca a las necesidades de la gente y las prioridades de cada lugar. Lo territorial para nosotros no es solamente la necesidad cuantitativa de sumar sino también que mejora cualitativamente la gestión.
Esto es lo que empezamos a trabajar y la respuesta fue fabulosa. Tenemos presencia de Unidos en casi 80 distritos de la provincia con dirigentes territoriales con un peso muy importante.
Unidos va a pedir participar del armado de las listas…
Obviamente, pero porque es el pedido de participación de los dirigentes territoriales que son una realidad como dirigentes sociales. Si no tiene participación el dirigente que construye, que esta al lado de la gente, que quizás no le dedica tanto tiempo a la rosca pero sí a acompañar a su comunidad, el espacio se empobrece y se hace más amplia la distancia para poder ser una alternativa de poder.
No queremos que Juntos por el Cambio se convierta en un esquema testimonial de oposición, sino que queremos volver a ser gobierno y para eso tenemos que reformular muchas cosas de nuestro frente.
Dentro de estos dirigentes que han sumado, ¿hay ex intendentes de Juntos por el Cambio o son “caras nuevas”?
Hay de todo. Muchísimos que no estaban dentro de Juntos por el Cambio porque no se sentían contenidos, otros que, habiendo pasado por el espacio estaban desilusionados, sin participación, y otros que son dirigentes y entienden esto de esta manera. Unidos es el espacio que más ha crecido en la provincia, y lo va a seguir haciendo.
Respecto a Juntos por el Cambio, ¿cómo lo ve posicionado de cara a las legislativas?
Creo que si se trabaja con esta lógica de apertura y de respeto al dirigente territorial vamos a hacer una elección excelente porque el gobierno tiene demasiadas falencias. Una buena elección este año nos va a permitir ganar en 2023.
También esto tiene que ver con una manera de construir que, quizás no sea mediáticamente tan llamativa al no promover la grieta sino la razonabilidad, la gestión el diálogo. Por eso nos sentimos identificados con la manera de ver la política y la gestión que ha tenido Horacio Rodríguez Larreta. Profundizar la grieta sólo beneficia a extremos chicos pero no al conjunto del pueblo y hace que los planteos sean muchas veces, livianos y superficiales. Cuando lo único que hay es acusación, no hay la construcción profunda que requiere un proyecto colectivo.
¿Le gustaría renovar su mandato como legislador?
Si es parte de un proceso de ampliación del espacio y de construcción de una alternativa para le gobierno provincial y nacional, sí, porque puedo ser muy útil como lo he sido durante estos cuatro años tanto para la comunidad que represento como para el espacio al que siempre he aportado para que esté unido, más fuerte, e inteligentemente abierto. En ese marco, sí.
(Fuente: Grupo La Provincia)