En el marco de la banca 25 de la última sesión del Concejo Deliberante, el Dr. Carlos Trotta se refirió a su experiencia personal en Gaza en enero y febrero de 2009 como integrante de Médicos sin Fronteras.
“Desde 2007 estoy en Médicos sin Fronteras y he visto violencia contra misiones humanitarias en Siria, en Yemen, en Sudán del Sur, pero nunca —como en Gaza- un ataque que sea así de metódico, planificado, sistemático, y repetido en el tiempo; y que dolorosamente he vuelto a revivir en las últimas semanas y digo dolorosamente porque el papel fundamental de todo trabajador de la salud es proteger, servir, acompañar, hablar fuerte por la vida. Poner los intereses de las vidas de los civiles por delante de objetivos militares”, aseguró.
Sostuvo, además, que “Israel no puede aducir el derecho de legítima defensa cuando es el ocupante, no puede sitiar un territorio, dominarlo, controlar su espacio aéreo, sus fronteras, sus costas, sus entradas y sus salidas incluye hasta su ingesta calórica. Y, además, lanzar misiles contra esa población. Israel no está protegiendo a sus ciudadanos, sino que está protegiendo a esa ocupación, no es lo mismo la ofensiva militar israelí que la legitima defensa del pueblo palestino a la ocupación”.
Subrayó, también, que “Gaza es un campo de concentración a cielo abierto, sin agua potable, sin luz, sin medicinas y ahora, además, en medio de una pandemia, sin acceso a vacunas. No hay posibilidad de escape, cualquier misil disparado desde Israel necesariamente impacta en la población civil amontonada en esa estrecha lonja de tierra. Allí todos son escudos de todos”.
“Palestina fue ocupada por Israel a sangre y fuego - prosiguió -, matando, desplazando, expulsando a su población, destruyendo cultivos, arrasando villas, sepultando aldeas. Las condiciones de vida de los palestinos están condicionadas totalmente por Israel que es la potencia ocupante. Lo que está sucediendo ahora es la última muestra de una política de anexión y de limpieza étnica. Se quiere instalar allí un fuerte sentimiento de islamnofobia, con una visión reduccionista, asociando al Islam con la violencia, el terror y la inhumanidad”.
Asimismo, el Dr. Trotta señaló que “no solo Gaza es escenario, sino que más de dos millones de palestinos viven en Cisjordania, en decenas de enclaves aislados, bajo un gobierno militar estricto y sin derechos políticos, que destruye e impide su economía y los va condenando a vivir en una serie de cantones entrecortados y vigilados por las fuerzas de los militares israelíes, mientras los barrios palestinos sufren el hacinamiento y la demolición de sus casas y la asfixia de su economía”.
Refirió, también, que “en los territorios ocupados, la población palestina harta de reiteradas violaciones a los derechos humanos ha reaccionado. La forma en que es presentado en los medios masivos de comunicación este drama humanitario es hablar de una violencia sin sentido o por alguna razón que nadie aclara del todo o sencillamente distorsiona eliminando el contexto”.
Finalmente, indicó que “no es así, el error es ver a los últimos episodios de violencia aislada y ahistóricamente, la ocupación de la mente que se pretende con informaciones falsas es aún - sí cabe - más peligrosa que la ocupación de tierra y, en todo caso, como sucedió en Gaza, se bombardean edificios que informaban al mundo, como sucedió con las oficinas de agencias internacionales, con el absurdo pretexto de aducir que allí se escondía Hamas. Pero quién puede creer que corresponsales de guerra, seguramente muy experimentados de la agencia norteamericana Associated Press fueran tan imbéciles como para arriesgarse a compartir su lugar de trabajo con milicias armadas”.