Mientras las autoridades sanitarias de Chile e Italia decidieron prohibir la segunda dosis de AstraZeneca en menores de 45 años (en Chile) y 60 años (en Italia) debido a los efectos secundarios que provoca, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, recordó que tanto la Agencia Europea de Medicamentos como la ANMAT siguen validando su aplicación debido a la “pequeña incidencia” de efectos secundarios en la población y recomendó su aplicación.
“La incidencia es de 1 cada 100 mil vacunados donde puede haber algún efecto sobre las plaquetas de la sangre, facilitando algunos coágulos o trombos. La incidencia es relativamente pequeña pero preocupante para la persona que la sufre”, sostuvo el funcionario durante su tradicional conferencia de prensa de los martes.
Un caso confirmado de trombosis en un joven chileno de 31 años y la muerte de una chica italiana de 18, llevó a suspender temporalmente la administración de segundas dosis de la vacuna inglesa, que se aplica a gran escala en ambos países. Estos nuevos sucesos volvieron a sembrar dudas sobre la eficacia y la seguridad de esta vacuna contra el coronavirus.