"Hemos advertido a la gente cuando firma la declaración jurada con carteles enormes diciendo que hay un estado de pandemia para que asuman las consecuencias. Las personas que decidieron salir lo hicieron aceptando las condiciones económicas, sociales y sanitarias de lo que implica salir en pandemia y que al reingreso se podían imponer otras medidas", sostuvo en declaraciones radiales, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, saliendo al cruce en medio de la polémica suscitada por la medida que redujo el cupo para el ingreso desde el exterior a solo 600 personas por día, que ha generado un fuerte malestar en las aerolíneas y en los argentinos que quedaron varados en el exterior.
Acto seguido, señaló que “un cierre absoluto nos llevaría a que queden miles de varados porque en estos momentos hay muchos argentinos de vacaciones, sobre todo en Estados Unidos y Europa y no es nuestra intención volver al escenario de marzo del año pasado. Pero sí necesitamos reducir el ingreso para hacerlo de manera ordenada, darles tiempo a las provincias para que establezcan lugares de control para las cuarentenas. Hoteles, si así lo deciden, o en otros lugares resolverán hacerlo en los domicilios”
Asimismo, la funcionaria nacional puntualizó que “el número 600 es un número controlable para el Estado para hacer las cuarentenas. Hace dos semanas venimos haciendo controles, nos sumamos a los que hacen las fuerzas federales y las provincias y hemos detectado un alto incumplimiento, un 45% de incumplimiento de la cuarentena. Y eso nos lleva a la posibilidad de que haya personas que puedan manifestar síntomas a los dos días pese a venir con un PCR y un antígeno y si esa persona está dando vueltas pueden introducir la variante Delta que estamos tratando de retrasar todo lo posible”.
Por último, Carignano remarcó que "No somos el único país que está tomando esta medida. Chile impide la salida de los chilenos del país y la entrada. Igual que Francia lo hizo de un día para el otro, Israel lo hizo cuando estaban vacunando. Canadá impone la entrada con 2500 dólares cada uno y tienen que quedarse en hoteles por unos días. Son medidas que toman todos los países".