La Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina expresan su disconformidad y preocupación sobre la falta de información y en la forma en que llevarán a cabo las audiencias públicas vinculadas a la exploración sísmica submarina, convocadas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y que comenzarán este 1 de julio. Este proceso ha ignorado el impacto ambiental y socioeconómico que traen aparejado estas prácticas y, sobre todo, se ha desconocido el desenvolvimiento de la actividad pesquera.
Impacto ambiental
Tal como se describió previamente, el desarrollo de las prospecciones sísmicas sin dudas tendrán consecuencias en los diversos estadios de crecimiento biológicos, claves en el ciclo de vida de los organismos (larvas y poslarvas, prerreclutas, reclutas o juveniles, etc.) que cada especie detectable en el área a impactar desarrolla o desarrollará en el momento en que se realice la exploración.
En este sentido, la Comisión Europea ya reconoce el ruido como una fuente de contaminación marina y exige a los estados miembros que tomen medidas para su reducción. España y suspendió las prospecciones marinas, en aguas del Mediterráneo. Anteriormente ya lo había hecho Francia.
En nuestro país también hay antecedentes que demuestran los perjuicios que causan las prospecciones. La provincia de Santa Cruz prohibió este tipo de investigaciones después de que las mismas causasen profundos daños a la merluza del golfo de San Jorge.
La falta de una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), un instrumento de gestión clave para el proceso inicial de toma de decisiones con el que el Estado podría haber contado, para tener un panorama mucho más confiable y ajustado a la realidad, permitiéndole a su vez proyectar una delimitación espacio-temporal más acorde con el objetivo de tutelar los recursos que pueden verse potencialmente afectados por la actividad pretendida.
Impacto socio-económico
Los argumentos de las cámaras empresarias giran en torno a la afectación que puede tener la actividad. Cualquier alteración en la distribución y abundancia que se produzca en los recursos marítimos a partir de las prospecciones sísmicas, desestabilizará la estructura comercial de las empresas, pudiendo provocar consecuencias indeseadas y pérdidas económicas considerables.
El rol del Estado
El sector pesquero debe velar por un sinfín de compromisos que componen el marco regulatorio establecido, con el fin último de avanzar hacia una actividad asentada en los parámetros de la sostenibilidad, conforme manda nuestra constitución y sobre todo nuestra Ley Federal de Pesca.
Dichas premisas parecieran no ser obstáculo para el mismo Estado, en este caso representado por otro ministerio que, con el afán de darle impulso a la actividad hidrocarburífera, ha saltado todas las prerrogativas y ha ignorado al propio Consejo Federal Pesquero, adoptando la decisión de llamar a licitación para la prospección sísmica un gran número de áreas sin ningún otro reparo que la disponibilidad potencial del recurso hidrocarburífero.
El mismo Estado aborda diversas temáticas que comparten tiempo y espacio, privilegiando a algunos más que a otros, pero por sobre todo, desinteresándose de la tutela del mismo ambiente que por medio de otros órganos se desvela por resguardar.
En definitiva, se daña a una actividad económica con un desarrollo histórico (casi 100 años), muy consolidado y que día a día se ajusta a planes de manejo estrictos. Y como contrapartida se inicia una actividad que desconocemos si arrojará resultados positivos sin los estudios de impacto ambiental correspondiente.