Con la muerte del activista Luis Picasio Carampaima, ya son 84 los líderes y defensores de derechos humanos asesinados en Colombia en lo que va de 2021.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) informó el asesinato del líder indígena Luis Picasio Carampaima a manos de miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (también llamadas Clan del Golfo) en el departamento colombiano de Chocó, al noroccidente del país.
Picasio pertenecía a la comunidad del resguardo Catrú, en el municipio chocoano de Alto Baudó, y su muerte se produjo este 1 de julio tras la incursión en ese territorio indígena de varios hombres del grupo armado, que lo decapitaron.
Indepaz advirtió que esta muerte podría generar "riesgo de desplazamiento masivo". Asimismo, señaló que la Defensoría del Pueblo ya había advertido del riesgo en que se encontraba la comunidad Catrú y otras de la zona "por el accionar de grupos armados ilegales" y había instado a su "protección y atención efectiva y urgente".
Según el registro de víctimas que contabiliza la organización, con el asesinato de Luis Picasio son 84 los líderes y defensores de derechos humanos asesinados en Colombia en lo que va de 2021, y ya suman 1.200 desde la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC en 2016.
Además se conoció el asesinato de otros dos jóvenes, identificados anoche como Yeison Benavides y Camilo Galíndez. Ellos eran participantes activos de las movilizaciones por el paro nacional contra el gobierno de Iván Duque.
Tanto organizaciones civiles como Indepaz, la ONU y los partidos de la oposición le han pedido en repetidas ocasiones al Gobierno de Colombia que dé garantías de seguridad a los líderes sociales y exguerrilleros desmovilizados que trabajan en las zonas más remotas del país para hacer cumplir el acuerdo de paz y que suelen ser acosados y amenazados por grupos armados ilegales.