Un informe de la Agrupación “25” de Mayo y la Universidad Nacional de Mar del Plata relevó la situación socio-laboral de las y los trabajadores del sector: casi el 20% no tiene empleo, el 75% vive con una “mala” realidad económica y la mayoría cobra salarios que ni siquiera cubren la canasta básica.
En el marco del segundo invierno en pandemia, la Agrupación Hotelera y Gastronómica “25 de Mayo” relevó en las últimas semanas junto a un grupo de estudio de la Universidad Nacional de Mar del Plata la situación socio-laboral de trabajadores y trabajadoras de la gastronomía y la hotelería en la ciudad, estudio que dejó en evidencia que el 68% vive hoy con ingresos por debajo de la línea de pobreza y cerca del 20% ni siquiera tiene empleo.
La organización de trabajadores que conduce Pablo Santín y el Grupo de Estudios Sociales y Marítimos de la UNMdP ya habían relevado el escenario el año pasado -en el primer informe, de noviembre de 2020, el 43% estaba bajo la línea de pobreza-, pero el nuevo sondeo expone cómo la crisis se acrecentó entre los marplatenses que trabajan en la hotelería y la gastronomía luego del verano 2020-2021, tras el cual el 55% solo cobró la mitad del plus de temporada y al 26% ni siquiera se lo pagaron.
Se calculó para este nuevo relevamiento la relación entre el valor actual de la canasta básica y los salarios que percibe la mayoría de las y los trabajadores: solo el 32% tiene un sueldo que cubre la canasta básica, mientras que 6,8 de cada 10 trabajadores está bajo la línea de pobreza, según los estándares del INDEC, es decir, un 25% más que a fines de 2020.
En esa línea, más del 74% de los encuestados afirma vivir hoy con una situación económica “mala” o “muy mala”, con salarios insuficientes y peores condiciones de trabajo incluso que el año pasado. La mayoría tiene personas a su cargo y no satisface sus necesidades básicas o lo hace a cuestas de endeudarse.
“Son realmente alarmante estos indicadores que no son solo números, son trabajadores que ven deteriorada muy fuertemente su calidad de una vida; es muy triste escuchar a los compañeros que la están pasando realmente mal, algunos al punto de no tener para comer; los asistimos en todo lo que podemos, pero la solución no es la asistencia permanente, sino la recuperación del trabajo digno y el salario”, sostuvo Santín, hotelero y vocero de la “25 de Mayo”.
Más datos del relevamiento advierten que desde la temporada hasta ahora, el 25% de los trabajadores sigue realizando su labor pero con reducción horaria y, por consiguiente, con salarios más bajos. Y el 7,3% manifestó que la empresa cierra, pero sigue pagando su sueldo, aunque bajo la modalidad del acuerdo 223 bis de la Ley 20.744, donde su salario es drásticamente reducido.
La situación más crítica la enfrentan aquellos trabajadores que directamente no tienen empleo, que representan el 17%, ya sea porque la empresa cierra y les dejan de pagar o porque la empresa no va a tomar al trabajador durante el invierno o por falta de oportunidades laborales en general.
A ese grupo se le debe sumar el 6% de los trabajadores que aún tiene incierta su continuidad laboral, una realidad que se repite en múltiples establecimientos hoteleros y gastronómicos.
En el estudio se interrogó a su vez a los trabajadores sobre dos medidas tomadas por el Estado durante la pandemia. Por un lado, se los consultó acerca del efecto de las restricciones nocturnas: el 54% manifestó que dichas limitaciones afectan su situación laboral y económica
Por otro lado, se les consultó sobre un nuevo ATP (Programa estatal de Asistencia al Trabajo) y el 55% afirmó que recuperar esta medida ayudaría a su situación económica y laboral.
La situación socio-laboral fue agravándose en forma progresiva. Ya desde el ASPO, el 37% de los gastronómicos y hoteleros trabajó con su salario reducido y a un 9% le dejaron de pagar el sueldo, situación que afecta con mayor fuerza a las mujeres: representan el 55% de quienes recibieron recortes salariales y el 63% de quienes dejaron de cobrar su salario.
Tras el verano, prácticamente sin turismo y con restricciones horarias y caída del consumo, los indicadores se agravaron.
Santín remarcó la predisposición y el profesionalismo del Grupo de Estudios Sociales y Marítimos de la UNMdP para realizar en equipo este informe y destacó: “Los datos son herramientas para tomas decisiones ya mismo y empezar a revertir los niveles de pobreza, de indigencia, suspender los convenios que siguen permitiendo rebajas salariales y suspensiones en un contexto que no da para más; es hora de que asuman la responsabilidad los que tienen la obligación de hacerlo”.
El dirigente expresó su deseo de que el avance de la campaña de vacunación para inmunizar la población permita flexibilizar lo más pronto posible las restricciones y remarcó que si bien parte del impacto socioeconómico de la pandemia es inevitable, cuestionó que la conducción de UTHGRA “no ha estado a la altura de las circunstancias para para amortiguar la crisis”.
“De esta salimos entre todos. Trabajadores, la dirigencia sindical, los empresarios y el Estado. No hay más lugar para la indiferencia ni para un sálvese quien pueda, la gente la está pasando muy mal y la recuperación depende de que tiremos todos para el mismo lado, con un acuerdo atentos al futuro. La pandemia caló hasta el fondo, ahora hay que levantarnos y recuperar juntos la dignidad de cada laburante”, completó Pablo Santín, referente de la Agrupación Hotelera y Gastronómica “25 de Mayo”.