La actriz y vedette murió este lunes a las 21:30 de un paro cardiorrespiratorio en su departamento de Recoleta, dónde se encontraba en compañía de una cuidadora. Y la triste noticia fue confirmada a Teleshow por su amigo Walter De Fusco, quien enseguida se hizo presente en el domicilio para hacerse cargo de la situación.
Fue una de las reinas de la revista porteña. Junto a su hermana, Ethel Rojo, marcaron una época donde, allá por los 70, el género revisteril atraía multitudes. El Maipo y el Astros vio brillar a esa muchachita, nacida en Santiago del Estero y cuyo nombre era Gladys del Valle Rojo Castro. Su papá era un sastre muy conocido en la provincia que vestía gobernadores y políticos y, su mamá, modista.
La familia tenía una muy buena situación económica: clases de danza, natación, buenos colegios y vacaciones eran parte de la cotidianidad de Gladys y Ethel, su hermana cinco años más grande. La mayor solía realizar travesuras que aterrorizaban a la menor, como comerse los huevos de los pajaritos de las jaulas que tenían en su casa o hacer equilibrio en un pie sobre el caparazón de la tortuga
A Gladys la comenzaron a llamar Gogó porque cuando era bebé se cayó al suelo y se golpeó fuerte. Estuvo en observación hasta los cuatro años y no hablaba nada. Todo lo que vía decía que era “gogó, gogó” y así le quedó el sobrenombre. “Mi hermana siempre era la linda, la reina de todo; a mi papá mucho no le gustaba que fuera artista, a mi mamá sí”, recordaba de su infancia.
A los once años sus padres se separaron. Ethel había ganado un concurso de belleza y el premio era un viaje a Buenos Aires, así que su mamá decidió acompañarla y no regresaron a la provincia. Gogó quedó al cuidado de su papá algo que los unió mucho. A los 13 años, en tanto, se mudó a la Capital Federal y comenzó a estudiar en el Liceo de Señoritas.