"El Piojo" fue uno de los técnicos más emblemáticos dentro del fútbol argentino. Entre 1972 y 1998 estuvo dirigiendo 12 clubes de nuestro país, Colombia y México, ganando seis títulos, entre ellos, la Copa Libertadores 1985 con Argentinos Juniors.
Yudica nació el 26 de febrero del 1936 en la ciudad de Rosario. Debutó 1954 en Newell’s y se destacó por su rendimiento por la banda izquierda. Cuatro años después fue comprado por Boca Juniors, opción que para él no fue la mejor: “Hubiese sido mejor llegar a River. No por gustos personales, sino por el estilo de cada uno. En realidad, yo era un jugador para Independiente o Racing. Boca era el único equipo que no me tendría que haber comprado. Y me compró”, había declarado el ex entrenador.
Clubes por donde también pasó fueron Vélez, Estudiantes, Platense, Quilmes, Deportivo Cali, Talleres de Remedios de Escalada y San Telmo, en donde se retiró en el año 1971. Yudica sólo obtuvo dos títulos en esos 17 años que se desarrolló como jugador (campeó
Sus mejores logros llegaron como entrenador. En Altos Hornos Zapla de Jujuy clasificó al equipo al torneo Nacional. Luego, ya en Quilmes, no sólo logró evitar el descenso, sino que al año siguiente lo consagró campeón del Metropolitano 1978. En 1980 el Piojo llegó a Estudiantes, donde estuvo sólo un año para luego regresar a Quilmes –que había perdido la categoría- y devolverlo a Primera. Al año siguiente dirigió su primer equipo grande, San Lorenzo, donde lo coronó campeón en la B y lo devolvió a la máxima división del fútbol argentino.
Junto Argentinos Juniors en 1985 alcanzó su mayor gloria, logrando dos títulos (Nacional 1985 y Libertadores 1985). Años después se consagró campeón con Newell’s en la temporada 1987/88. Con dicho título se convirtió en el primer DT de la Primera del fútbol argentino en ser campeón con tres equipos diferentes.
Luego de vivir importantes momento con el Bicho en el 1992 atravesó una fea situación dentro de la institución. La barra se acercó a un entrenamiento a recriminarle los motivos de la mala campaña del equipo y el rosarino terminó confrontando con ellos. Anteriormente la barra ya había agredido a su hijo, quien era su ayudante, y el Piojo respondió sacando un arma y disparando al aire.
Pocos años después de lo sucedido, a su regreso del Pachuca de México, su exitosa carrera como entrenador finalizó repentinamente y nadie volvió a llamarlo para dirigir.
“Siento que me jubilaron antes de tiempo, pero yo tengo la esperanza de dirigir otra vez. No hago otra cosa que respirar fútbol”, decía Yudica con nostalgia.