La ex empleada de la red social, Frances Haugen, testificó en el Congreso de Estados Unidos después de haber filtrado a las autoridades y medios locales un enorme archivo de investigaciones internas que detallan cómo Facebook sabía que sus sitios eran potencialmente dañinos para la salud mental de los jóvenes.
Se presentó este martes ante senadores de Estados Unidos para pedir que se regule al gigante de las redes sociales un día después de que un masivo apagón afectara a miles de millones de usuarios y pusiera de manifiesto la dependencia mundial de sus servicios.
En su testimonio, Haugen señala el peligro del poder en manos de un servicio que se ha hecho necesario en la vida diaria de tantas personas.
“La empresa oculta intencionadamente información vital a los usuarios, al gobierno de Estados Unidos y a los gobiernos de todo el mundo”, indicaba la declaración de Haugen. “La gravedad de esta crisis exige que salgamos de nuestros anteriores marcos normativos”.
Para sorpresa de muchos, Haugen no cree que haya que prohibir Facebook o que deje de existir. “Quieren hacernos creer que la pérdida de privacidad es parte del negocio, pero estoy aquí para decir que no. Este no es el problema; Facebook puede ser más seguro, permitir la libertad de expresión y ser una red social más respetuosa”, detalló, remarcando nuevamente que los líderes de la compañía no tuvieron voluntad para ir en esa línea.
La ex empleada de la compañía también le pidió al Senado medidas para controlar el impacto de Facebook en la sociedad. “Cuando nos dimos cuenta de que las compañías de tabaco ocultaban el daño que causaban, tomamos medidas. Cuando descubrimos que los coches eran más seguros con cinturones, tomamos medidas. Les imploro que hagan lo mismo”, declaró.
Facebook se ha opuesto con fuerza a la indignación sobre sus prácticas y su impacto, pero esta es solo la última de una serie de crisis que golpea al gigante de Silicon Valley.
Los legisladores estadounidenses llevan años amenazando con regular el negocio de Facebook y otras plataformas de redes sociales para hacer frente a las críticas de que los gigantes tecnológicos invaden la privacidad, sirven de megáfono para peligrosa desinformación y perjudican el bienestar de los jóvenes.
Después de años de fuertes críticas a las redes sociales, sin grandes revisiones legislativas, algunos expertos se mostraron escépticos ante la posibilidad de un cambio desde el Congreso.