En el marco de la Audiencia Pública Consultiva realizada este viernes en el Concejo Deliberante, los vecinos de los barrios Los Andes, Don Bosco y Sarmiento volvieron a reclamar una solución urgente a la problemática irresuelta, que sobrellevan desde hace varias décadas, signadas por el ejercicio de la prostitución, la venta de drogas y el delito.
“Fui agredido por una persona trans cuando estaba llegando a mi casa, no me dejo llegar, me persiguió y me tiro con una piedra, por suerte pude salir ileso, están las cámaras y tengo el archivo del video de una cámara de seguridad que justo enfocó, obviamente que también hice la denuncia de esto. Así es como estamos viviendo y como le pasó a otros vecinos, es lo que vivimos a diario todos los días”, testimonió en su exposición uno de los vecinos, que reiteró el pedido de relocalización de la Zona Roja en un sector “no urbano de la ciudad”.
Asimismo, planteó que “la Justicia tiene que ocuparse del problema de la venta de drogas y las instituciones contra la trata tienen que pedir que se solucione está cuestión, pero nosotros necesitamos una solución urgente a nuestros problemas porque no podemos seguir esperando. Es muy fácil hablar de soluciones integrales que tardan muchísimo tiempo, cuando a diario vivimos en la incertidumbre, donde uno no sabe sí va a volver a ser amenazado o de vuelta agredido. No se trata de trasladar este problema a otros vecinos, sino de trasladar la Zona Roja a un lugar no urbanizado, con las condicionas sanitarias para que esta gente ejerza su actividad”.
Por otra parte, una vecina - que hace dos años se mudó con su familia al barrio Don Bosco - expresó que “es increíble cómo se vive, había escuchado de la Zona Roja, pero no tenía tanto conocimiento de cómo era. No poder dormir, que mi hija de ocho años se despierte de noche con los ruidos, que me pateen la reja de mi casa, que tiren preservativos en la vereda, que me usen la vereda como tacho de basura y como inodoro. Es increíble. Se pelean a la noche, gritan y también a otros vecinos les han pateado las puertas y los agreden. No puedo creer cómo nadie ha tomado cartas en el asunto”.
Refirió, además, que “a mi hija le cambiaron la puerta de entrada de la escuela por los hechos de inseguridad que han sufrido los padres a las cinco de la tarde, cuando retiran a los nenes. Es increíble que los nenes tengan que entrar por la puerta de una oficina y atravesar toda la escuela para poder ingresar. ¿Dónde están los derechos de mi hija y de todos sus compañeros de escuela y de los niños del barrio?”. Agregando que “hay muchas instituciones escolares en el barrio y es increíble que tengan que pedir un patrullero para cuidar a los padres y los niños a fin de que no sean víctimas de delitos. ¿Qué tengo que hacer? ¿Me tengo que mudar del barrio? ¿Qué hago? ¿Por qué tengo que salir a la mañana a limpiar la vereda para que mi hija cuando vaya a la escuela no vea la mugre que me dejan?”.
Y concluyó su testimonio sobre las situaciones de inseguridad con las que conviven cotidianamente los moradores de los barrios comprendidos en la denominada Zona Roja, planteando un interrogante a los concejales:
“¿Ustedes vivirían en un barrio así? ¿Ustedes dejarían que sus hijos vivan estas situaciones? No puedo ir a la plaza con mi hija porque es una mugre, llena de botellas rotas y profilácticas. ¿Ustedes dejarían que sus hijas vivieran así y vean personas semidesnudas en las puertas de sus casas?”.
En tanto que un vecino de la zona de la Vieja Terminal expuso que “aquí también nos sentimos hostigados, insultados y atacados permanentemente, tenemos temor de salir a la calle y temor incluso de perder el control y terminar ejerciendo justicia por mano propia, que es lo que sucede cuando el Estado está ausente”.
Cuestionó, además, que “no sé por qué hablan de relocalizar las zonas rojas, ¿hay alguna ordenanza que determine cuáles son las zonas rojas o las zonas rojas son de facto? Este barrio tenía prostitución, pero no en el volumen que tiene hoy y bajo la cobertura de la prostitución el narcomenudeo, acá se viene a vender muerte en las calles independientemente de todo lo demás. Dicen que son vulnerables, pero vulnerables somos los vecinos, acá todas las noches hay hechos de violencia y vienen grupos que se pegan con botellas, con palos, se pegan puntazos”.
Y finalizó, sentenciando que “hoy se pelean por el espacio en la esquina, en Rosario se agarran a tiros por los barrios y este es el camino que está transitando Mar del Plata hoy, vamos hacia un futuro muy próximo, muy cercano en que los carteles de la droga se van a pelear por los barrios a los tiros. Y eso no es prostitución, no nos engañemos es hipocresía hablar de prostitución, acá estamos hablando de narcomenudeo descarado y falta de presencia policial”.