La jueza Mariana Lucía Tonto de Bessone, al considerar que las autoridades de la feria comunitaria de Friuli y la Av. Fortunato de la Plaza y los comercios implicados debían garantizar la seguridad en su interior, dispuso que deberán abonar más de 5 millones de pesos por “daños y perjuicios” a la familia de Tania Rodríguez, que era una bebé de sólo 23 meses cuando hace 12 años recibió un balazo en la cabeza en medio de un tiroteo dentro del establecimiento y poco más de 4 millones y medio de pesos a la madre de Mauricio Brizuela (18), el joven asesinado en la balacera.
Entre los responsables de realizar los pagos están los dueños de dos de las firmas, los titulares de la feria, una compañía de seguros que había sido contratada y la madre del asesino.
El caso en cuestión ocurrió el 19 de agosto de 2009, cuando a media mañana Tania y su hermano de 9 años estaban a cargo de una de las mejores amigas de su madre. Como ella debía pagar unos impuestos, tomó un remís hasta la Feria Comunitaria de Friuli y Fortunato de la Plaza y se puso en la cola del local de cobro de facturas ubicado en su interior. No pasó un minuto cuando un adolescente de 16 años entró a los tiros con el objetivo puesto en Brizuela, al que odiaba por amores adolescentes y robos desleales.
Uno de los proyectiles dio en el pecho de Brizuela y lo mató, pero los otros dos impactaron en la pierna de un hombre de 64 años y en la cabeza de Tania, que fue llevada de urgencia por la amiga de su madre al Hospital Materno Infantil en el mismo remís en el que había viajado antes. Tras una extraordinaria tarea, los médicos de dicho nosocomio le salvaron la vida y, a pesar de sufrir esperadas secuelas, la niña se repuso, creció y hoy disfruta de una vida normal.
Por el hecho, poco después fueron aprehendidos e imputados dos menores, que acabaron condenados como autor material y partícipe secundario, en el caso del cómplice que conducía la motocicleta en la que llegaron y huyeron del lugar. El primero recibió, al cumplir la mayoría de edad sobre fines de 2011, la condena de 13 años de prisión, pero recuperó la libertad antes, ya que volvió a ser detenido a comienzos de 2020 por llevar un arma de fuego en la guantera de un auto que circulaba en el barrio Coronel Dorrego. Es, además, hermano de un hombre que en 2003 asesinó a un policía y logró mantenerse prófugo hasta mediados de 2021, cuando la policía lo detuvo mientras aguardaba para vacunarse en el Museo MAR.
(Foto: Mauricio Arduin - La Capital)