Donar sangre salva vidas. El acto de hacer una donación voluntaria supone un compromiso comunitario y un gesto noble cargado de altruismo. Esa fue la motivación que llevó a varios interesados en acercarse esta mañana, jueves 4 de noviembre, al recinto de sesiones, para participar de una Jornada de Colecta, organizada por el Centro Regional de Hemoterapia.
La transfusión de sangre se ha convertido en una actividad fundamental en la actual asistencia sanitaria, concibiendo una medicina cada vez más compleja que permite que numerosos enfermos -que antes eran considerados irrecuperables- a partir de esta práctica, tengan oportunidad de curarse.
No es la primera vez que se organiza esta jornada, en el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon. En esta ocasión se había agendado la atención de voluntarios mediante la asignación de turnos. Sin embargo, también funcionó la demanda espontánea, de personas que se acercaron en el momento para ofrecer la donación. En definitiva, la jornada resultó exitosa.
La importancia de la sangre
La sangre es un componente esencial para la vida de todo ser humano y no se puede fabricar. Ante una eventualidad la única solución es que una persona quiera ceder una pequeña cantidad.
Muchas personas en algún momento de su vida han necesitado de una transfusión y más aún, muchas la necesitan de por vida. En razón de ello, la demanda de sangre ha aumentado considerablemente en todo el mundo, resultado indispensable apelar a la donación voluntaria por parte de los miembros de la comunidad.
La donación de sangre debe ser un acto espontáneo, libre de presiones y enteramente altruista, entendiéndolo como una responsabilidad cívica basado en la iniciativa propia y la solidaridad para con el prójimo.
La sangre se separa en diversos componentes. Sus usos más frecuentes son: plasma (para déficit de factores de coagulación), glóbulos rojos (para cirugías, accidentes, hemorragias, transplantes, anemias), plaquetas (para leucemias, quimioterapia, grandes hemorragias) y crioprecipitado (para hemofilias y coagulopatías).
Día Mundial del Donante
En virtud de ello todos los 14 de Junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre con la finalidad de: crear conciencia sobre la función que todos pueden desempeñar salvando vidas y mejorando la salud de las personas, animar a los miembros de la sociedad a convertirse en donantes voluntarios de sangre, e impulsar programas y campañas de educación de donantes periódicos para fortalecer los servicios de transfusión de sangre.
Conforme lo expuesto, se destaca la importancia de establecer una actividad periódica en el ámbito del recinto de sesiones, donde tanto el personal municipal como diversos sectores de la sociedad, puedan acercarse a donar sangre, recibir información de relevancia, y sensibilizarse con la temática planteada.
Pueden donar sangre personas entre 18 y 65 años, que pesen más de 50 kilos, que no se droguen y que no hayan tenido relaciones sexuales sin protección con parejas ocasionales o con personas con riesgo de VIH/SIDA.
Los especialistas aclaran que cuando se concurra a donar se puede tomar previamente un café, mate o té azucarados (pero sin leche) y comer frutas. Conviene haber descansado bien e ir con ropa cómoda y fácil de arremangar, munido de DNI.
La donación es imprescindible porque se necesita sangre y porque no es factible su fabricación. Además, “donar sangre es fácil y seguro, porque no se corre ningún riesgo de contraer enfermedades ya que se usa material estéril y descartable. Además, donar no engorda, ni adelgaza ni trae ningún perjuicio. Inmediatamente, después de la donación el organismo comienza a compensar el volumen extraído (450 ml)”, informaron desde el Centro Regional de Hemoterapia.
Antes del acto, se hace una entrevista destinada a evaluar la aptitud y determinar posibles contraindicaciones, para cuidar al donante y al receptor. La información queda protegida por la confidencialidad médica. Y después de cada donación se hacen estudios sistemáticos de laboratorio sobre determinación del grupo sanguíneo y factor Rh, detección de infecciones transmisibles por trasfusión (sífilis, hepatitis B, hepatitis C, brucelosis, VIH/SIDA, Chagas y HTLV I y II).