“Lo que caracteriza tanto a un lado como al otro de la grieta es no sacar los pies del plato del modelo que nos dejara Carlos Saúl Menem en los '90, es decir el modelo privatizador de todos los recursos primarios e incluso también secundarios, aquello sobre lo que el Estado debería tener bajo su control y obtener su renta, y que hoy está en manos de empresas privadas extranjeras”, sostuvo el dirigente socialista Pablo Aceto en su columna semanal del programa “Punto de Partida”, que se emite en la FM 101.9.
Acto seguido, subrayó que “al mantener los pies en el mismo plato, el único camino que tiene el gobierno es el del impuestazo y el tarifazo, pero ha llegado la hora de que se empiecen a alzar otras voces, que vengan a plantear un camino alternativo al gerenciamiento de la pobreza en la Argentina, un país empobrecido por la continuidad de estas políticas, que muy lejos de dar solución a los viejos problemas, los han profundizado y traído otros”.
Aceto remarcó también que “los recursos naturales nunca debieron haber dejado de estar bajo el control del Estado, sin embargo, se privatizaron y ahora estamos sufriendo las consecuencias: se habla de nuevos impuestos y retenciones, pero nada de esto va a alcanzar. Un país que prácticamente no tiene producción nacional, no puede vivir únicamente de la exportación a granel de productos primarios, es la hora de empezar a discutir en serio si con todo esto que tenemos queremos hacer un país o no”.
El dirigente socialista planteó, también, que “este es el desafío porque el año que viene se ve complicado, aparecen grandes nubarrones trayendo problemas de costo de energía, problemas de logísticas, esto también afecta las relaciones comerciales, cuestión no poco importante para la Argentina que depende básicamente de exportaciones de productos primarios y a granel”.
Y concluyó, sentenciando que “esperemos que, por lo menos, esta etapa sirva para empezar a descartar todas estas políticas llevadas adelante por los distintos sectores de la grieta que discuten todo, pero no modifican nada, se acusan los unos a los otros, sin embargo, pareciera que se potencian y trabajan en tándem, donde uno ajusta y el otro instrumenta, ha llegado la hora de ver la no diferencia entre los que vienen a prometernos más ajuste o los que vienen a prometernos más impuestos”.