La Asamblea Paren de Fumigarnos, en las últimas horas, dio a conocer los resultados de un estudio realizado por el INTA-Balcarce que revelan el hallazgo de nueve moléculas distintas de plaguicidas en aguas subterráneas del barrio Playa Serena, donde se supera la concentración del umbral recomendado de 0,1 microgramos por litro de muestra líquida (µg/L), y también se supera el 0,5 µg-1 para la suma de las moléculas analizadas. Lo cual se vincularía con el “llamativo aumento de casos de trastornos en el neurodesarrollo de niñas y niños de la zona”.
Desde la Asamblea apuntaron contra Obras Sanitarias ya que afirmaron que, “si bien los barrios de sur de Mar del Plata no cuentan con servicios sanitarios de agua y cloacas, por lo tanto OSSE no considera esta zona como "área de servicio" y por lo tanto se desentienden de cualquier tipo de problema vinculado al agua, dicen que es llamativo recordar que hubo varias oportunidades en las que se requirió, desde la justicia el asesoramiento de este organismo público”, señalando que “el gerente de Calidad de Agua, Lic. en biología Marcelo Scagliola testificó ante la UFI 11 sobre la problemática de agro-tóxicos y el riesgo de contaminación del agua para consumo humano, oportunidad en la que aclaró que OSSE no cuenta con los equipos para determinar la posible presencia de agroquímicos en el agua, a lo cual agregó igualmente, que ellos no creían que el agua subterránea utilizada para uso doméstico, estuviese siendo afectada por agroquímicos, desestimando cualquier tipo de indagación al respecto”.
A través del comunicado, resaltaron también que “a esta situación de encubrimiento, vale aclarar que existen varias escuelas públicas donde se hallaron agroquímicos en el agua que consume la comunidad educativa y que existe una Campaña Provincial por el Agua Limpia en Las Escuelas, en la cual se notificó a todos los Consejos Escolares en sus diferentes distritos, sobre la necesidad de realizar análisis de agua para la determinación de agroquímicos que hasta el momento no se están llevando a cabo. Hay que aclarar, que los análisis de rutina constan de un análisis bacteriológico -para determinar la calidad microbiológica- y un análisis físico químico pero que no mide plaguicidas, para lo cual se debería realizar un tipo de análisis específico para su determinación”.
Asimismo, refirieron que “fue a partir de un llamativo aumento de casos de trastornos en el neurodesarrollo de niñas y niños de la zona, cuando surgió la inquietud de determinar factores de riesgo que pudieran estar asociados al aumento de probabilidad en este tipo de patologías clínicas. Al tratarse de casos representativos de una comunidad, se abordó un relevamiento de condiciones ambientales a las cuales están expuestos estos grupos, entre las diversas matrices y los bajos recursos para desarrollar la investigación, se decidió tomar una muestra de agua y llevarla al EE-INTA Balcarce, donde fue analizada y sus resultados arrojaron la presencia de nueve plaguicidas en concentraciones alarmantes”.
Puntualizaron que “el herbicida 2.4-D llegó al agua subterránea, que consume la población del barrio Playa Serena. En una muestra tomada a más de tres kilómetros del campo agrícola más cercano, principal aplicador de herbicidas en la zona, y afectando las napas en pleno centro del barrio”, remarcando que “este herbicida, diseñado y utilizado para la guerra * a diferencia del glifosato, es un herbicida selectivo para latifoliadas, "malezas de hoja ancha", lo que permite su uso sin "quemar" gramíneas, siendo muy utilizado para la mantener diversos tipos de césped en canchas de golf y countries”.