El periodista y conductor de televisión, Antonio Laje, lloró este lunes al aire al hacer su descargo, luego de una semana en la que fue criticado por excompañeras de trabajo de su ciclo "Buenos días América" (América y A24).
"Yo no soy chispita, no soy campanita, yo soy serio y también muy tímido", arrancó Laje mirando a cámara y con señales de estar dolido por las declaraciones de María Belén Ludueña y Florencia Vitelli, su excoconductora y la nutricionista que usaron las redes y medios para contar que se sintieron maltratadas o presionadas por él.
En su exposición, Laje se excusó diciendo que no es simple conducir un ciclo en vivo que pelea por el rating contra otros doce canales: "Son cuatro horas al aire y obviamente que tengo un humor de perro", dijo y agregó: "Me enojo, sí. Y ni siquiera lo oculto. Me enojo desde lo laboral, no desde lo personal".
Conmovido, repasó lo que fueron sus comienzos en los medios de prensa y su trayectoria de 30 años y sostuvo que en este tiempo "no hay ninguna denuncia sobre mí". "Yo no soy un maltratador, me puedo equivocar pero no soy un maltratador", indicó.
"Acá no hay maltrato, yo exijo porque quiero que las cosas salgan bien", dijo porque "así se forman a los profesionales que se forman acá y después van a otros canales, porque los vienen a buscar".
"Soy exigente, tengo malhumor pero de ninguna manera soy un maltratador", planteó el también piloto comercial, y añadió: "Sí le quiero agradecer a dos personas que hablaron de maltrato, porque aunque para mí no lo sea tengo que entender que si alguien lo sintió así no lo merecen. Les pido de corazón disculpas, acá y donde sea, y se los pido cara a cara, porque de ninguna manera nadie merece maltrato".
"No quise hablar la semana pasada porque fue un ataque furibundo y operado", dijo Laje y agregó que "tengo claro que están tratando bajarme" y añadió que "por ahora voy a seguir acá".
En otro pasaje de su descargo al aire afirmó que "tengo unos valores enormes, le agradezco a mis padres y a mi familia" por el sostenimiento en estos días.
El conductor no pudo terminar de hablar porque se puso a llorar en cámara y salió del aire. El programa siguió con la participación del móvil y luego con el resto de su equipo, que se alternó en las salidas.