“Estamos en una nueva etapa de gerenciamiento del modelo de empobrecimiento heredado del gobierno del ex presidente Carlos Saúl Menem, donde lo único que no tenemos es la convertibilidad, pero el esquema de concesiones de servicios públicos y de recursos naturales, la tendencia a favorecer los intereses de la banca privada y extranjera es algo que no se ha modificado a pesar de que pasaron gobiernos de distintos signos y con distintas mayorías en las cámaras legislativas”, sostuvo el dirigente socialista Pablo Aceto en su habitual columna semanal del programa Punto de Partida, que se emite en la emisora de FM 101.9.
Subrayó que “el año cierra con perspectivas de encarecimiento de la vida en nuestro país, en nuestra provincia y en nuestro municipio, donde nos plantean aumentos de impuestos, de tarifas y, a nivel municipal, incrementos de tasas de servicios, con justificaciones respecto a que el aumento anterior fue menor que la inflación, pero lo que no se aclara es que la diferencia la ponen los estados nacional y provincial”
Aceto puntualizó que “el Banco Central está planteándose seriamente el aumento de las tasas de interés, por ejemplo, de las que cobran las Leliq, los bancos o los pases de fondos pasivos de 38 a 36% anual respectivamente, que pueden llegar a alcanzar un 45% o más en la tasa de interés. Lo cual sumado al descongelamiento de las tarifas de servicios públicos, los aumentos de impuestos, de tasas y demás, este combo hace muy improbable que al resultado final del ejercicio 2022 se llegue con una inflación del 33%”.
En tal sentido, planteó que “la cuestión de fondo de esto es que seguimos dentro del modelo de empobrecimiento menemista, que nadie ha modificado nada y son muy pocos los que alzan la voz para decir que este sistema no sirve y está hecho solamente para lograr algunos negocios privados, pero no en beneficio del país”.
“Todavía estamos esperando que se empiecen a alzar las voces con respecto a la nacionalización de los recursos energéticos del país, como también que se empiece a revisar profundamente la relación entre el Banco Central y la banca privada, no podemos continuar en un camino que año tras año nos lleva siempre a la misma conclusión a esta altura del año, es claro que la plata no va a los bolsillos de los argentinos”, sentenció.