“En este cambio de época, el fracaso del modelo privatizador que se ha puesto en marcha hace casi treinta años en la Argentina, también está siendo observado por los sectores políticos que lo favorecieron y por ciertos sectores empresariales, que se apuran para cerrar negocios con lo público por el mayor plazo posible”, planteó el dirigente socialista Pablo Aceto en su columna semanal de Punto de Partida, que se emite en la FM 101.9.
En tal sentido, Aceto remarcó que “no es casualidad que, en Mar del Plata, se estén planteando concesiones a treinta años, por ejemplo, del transporte público de pasajeros ni tampoco es casual que el actual presidente del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, Gabriel Felizia, en el marco el sexto encuentro de la Industria Naval 2021, que se desarrolló en nuestra ciudad, haya planteado que ´ya es hora de salir de los permisos de uso que se le conceden a los astilleros para que puedan funcionar en la estación marítima de la ciudad, que sólo se extienden por cinco o diez años a pasar a un tiempo de 25 o 30 años´ “.
Asimismo, subrayó que “si bien hay que dar impulso al sector privado, hay que darle estabilidad y reglas de juego claras, pero, además, hay que tener en claro que los funcionarios públicos no solamente están para favorecer al sector empresarial sino, también, para proteger, dinamizar y administrar los bienes que son comunes y en este caso el puerto, que es patrimonio de los marplatenses, bonaerenses y los argentinos”.
Puntualizó, también, que “la corrupción no es solamente pedir coimas sino que es una cuestión profunda, es la desnaturalización de la materia sería la definición del Diccionario, y en política, en la administración de la cosa pública, la corrupción es, también, quitarle la naturaleza de administrar en función de bien común en la defensa del patrimonio de todos, en función de negocios privados”
Sostuvo que “en la continuidad del modelo privatizador no existe la grieta entre Juntos y el Frente de Todos, porque son socios en generar condiciones erróneas y entregar el patrimonio público, que en el caso de la municipalidad es el transporte público a un sector privado por varias décadas, y lo mismo está sucediendo con las concesiones a los tres astilleros con asiento en el puerto de Mar del Plata”
Finalmente, consideró que “las concesiones por cinco o diez años no están mal porque es claro que los funcionarios están en sus cargos por cuatro años, no están por treinta años. No tiene sentido ni lógica, además de ser falto de ética, entregar la administración del patrimonio público a sectores privados más allá, no solamente del tiempo que van a ocupar los funcionarios en sus carteras sino, en muchos casos, más allá del promedio de años que les quedarían aún de vida”.