En su habitual columna semanal de Punto de Partida que se emite por la FM 101.9, el dirigente socialista Pablo Aceto manifestó su preocupación por “el abandono y la privatización del espacio público verde al cual estamos asistiendo”.
A renglón seguido, señaló que “a lo largo de distintas gestiones municipales, hemos visto avanzar la entrega de espacios públicos bajo la modalidad de concesión o permisos precarios, pero que realmente están privatizadas, pasando a manos de sectores empresarios o asociaciones y clubes como, por ejemplo, lo hemos visto con el avance del club Aldosivi sobre la reserva natural del puerto o en las playas del sur que están alambradas y donde se levantaron muros”.
En tal sentido, remarcó “tampoco escapó de estas prácticas la Reserva Forestal de Parque Camet, que ha sido un lugar de encuentro para toda la familia marplatense y uno de los pocos espacios públicos verdes que hay sobre la zona costera. En su momento, se quiso urbanizar y en parte lo hicieron en lo que conocemos como la Canchita de los Bomberos o esa gran extensión de espacio verde por la calle Estrada en la colonia Storni”.
“De la misma manera en que durante la colonización española - prosiguió -, las mercedes otorgadas por el Rey fueron la modalidad más frecuente de adjudicación de la tierra, en pleno siglo XXI, nuestros intendentes actúan como reyes, concediendo grandes porciones de tierra del Parque Camet, donde últimamente el Club El Cañón está trabajando con grandes máquinas y está apropiándose y alambrando el espacio público cedido graciosamente por el intendente Montenegro”.
Asimismo, Aceto sostuvo que “no solamente el Parque Camet debería seguir siendo público en su totalidad, sino que se debería también atender todo lo que fue la infraestructura que alguna vez tuvo; hubo una confitería y quedó un edificio en ruinas y, también, baños públicos que igualmente quedaron en ruinas”.
Hizo hincapié en que “estas mercedes reales que practican los intendentes, en los últimos años, de entregar el patrimonio público a sectores privados deberían ser motivo de un profundo debate, que se debe dar entre los marplatenses porque escasean los espacios verdes en la ciudad, especialmente en la zona costera, con todo lo que eso significa: implica impermeabilización, probabilidad de inundaciones, el avance de la intrusión marina y también significa retroceso del agua dulce de las napas”.
Y concluyó sentenciando que “los marplatenses nos estemos quedando con la cara contra los alambrados, y a este paso las futuras generaciones no podrán disfrutar de lo que nosotros disfrutamos en la niñez, en la adolescencia y en la juventud, que eran los grandes espacios verdes que tenía la ciudad para ofrecer”.