La Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) ante las medidas de fuerza tomadas en el día de la fecha por parte del Sindicato Argentino de Obreros Navales contra astilleros y talleres navales argentinos, en medio del diálogo semanal que se venía manteniendo dentro de las negociaciones paritarias reguladas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, se ve en la obligación de hacer conocer las siguientes reflexiones:
La unificación de los Convenios Colectivos de Trabajo no es solo una exigencia impuesta por aquel principio básico que expresa “a igual trabajo, igual remuneración”, sino que, además, es condición básica del principio de igualdad elemental que rige en el sistema jurídico argentino.
No puede existir un sector económico que pueda desarrollarse armónicamente dentro de un esquema de dispersión en términos de convenios.
No es posible ni tampoco probable construir una economía de mercado con equidad y, a la vez, asegurar flujos de inversión genuinos, en un escenario donde el costo primo de la actividad se rige por relaciones laborales asimétricas.
De igual forma, se entiende que la dinámica actual que tomó la economía argentina en el último año y, principalmente, en los meses más recientes, de alta inflación, impone la necesidad de que capital y trabajo confluyan en un mesa paritaria para que - en conjunto y dentro del sabio ordenamiento laboral argentino - podamos encontrar los caminos adecuados y más justos que tanto el sector de los obreros navales como también el sector productivo de las PyMes de la industria naval argentina necesitamos.
Sin embargo, y lamentablemente, en el día de la fecha se han tomado acciones de carácter arbitrario, ajenas al debido modelo laboral vigente. Acciones éstas que no sólo degradan la propia legitimidad del reclamo sino que, también, terminan afectando directa e indirectamente a toda la familia industrial naval, agregando más elementos de dificultad a la ya complicada situación argentina.
La medida de fuerza adoptada ha ido mucho más allá de lo que el ejercicio del legítimo derecho constitucional de huelga prevé ya que no sólo se efectuó un cese de actividad de los afiliados del SAON, sino que también consistió en el bloqueo de la zona del puerto de nuestra ciudad, y el impedimento de acceso e ingreso de todas las personas trabajadoras a las empresas – también garantizado en nuestra Constitución Nacional - poniendo en riesgo la seguridad de las personas, y de los activos propios y de terceros. Consecuencia de las medidas adoptadas no se ha podido garantizar la guardia mínima, ni la presencia del personal con conocimientos técnicos, ni de las personas responsables de las áreas para dar respuesta a cualquier incidente que pueda surgir de la propia actividad de cada buque.
La Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) ratifica, una vez más, que todos y cada uno de los problemas que nos afectan se resuelven conjuntos y compartidos. No hubo, no hay, ni habrá otra manera. Convocamos a retomar y a saber mantener el diálogo, tal como se venía haciendo, escuchando, comprendiendo y respetando sinceramente cada situación, pero sin imposiciones ni coacciones.
Es el debido respeto al diálogo y a las normas vigentes la única vía que asegura objetividad, acuerdos y consensos, poniendo por encima de cualquier interés individual o de proyectos dirigenciales las necesidades del país y de nuestra industria.
Nuestra organización empresaria ratifica su disposición de siempre ante cualquier convocatoria que se establezca para encontrar soluciones eficaces y equilibradas que todo el sector laboral y productivo necesitamos.