“La movilidad urbana en nuestra ciudad descansa sobre tres grandes columnas, la principal es el transporte particular, le sigue el transporte público de pasajeros de colectivos y después el servicio de remises y taxis. Todas están en crisis como producto del desgobierno en este sentido, y no es solamente responsabilidad del actual intendente, sino de todos los que nos han gobernado hasta ahora y que han mantenido este esquema que deja al transporte público en manos de monopolios privados”, planteó el dirigente socialista Pablo Aceto en su columna semanal del programa Punto de Partida, que conduce Rubén Ferrari en la FM 101.9.
Acto seguido, Aceto sostuvo que “las ciudades que hicieron punta en una transformación urbanística de fondo, como el caso de Curitiba, por ejemplo, comenzaron ordenando el servicio de transporte colectivo de pasajeros, después realizaron las otras modificaciones como bicisendas o políticas de desaliento al transporte privado, pero esto puede hacerse de una sola manera: dejando de lado los intereses del lobby empresarial”.
Subrayó que “este sector empresarial tiene de rehenes a la ciudad y buscan subsidios no para mejorar el servicio público, sino para mejorar su rentabilidad porque cuando hubo subsidios suficientes el transporte público tampoco funcionaba, entonces no le podemos echar la culpa a la invasión rusa a Ucrania en este caso, porque el transporte público viene mal desde hace muchos años”.
Remarcó, también, la necesidad imperativa de que el Municipio de General Pueyrredon “tome el control de su transporte público; la ordenanza 6979/87 le da la cobertura legal ante la crisis sin parangón del transporte público, que es producto de una suma de gobiernos que lo dejaron en manos de un monopolio privado”, agregando que “la ciudad no va a lograr su desarrollo, el usuario del transporte tampoco va a conseguir que se solucionen sus problemas, y el transporte particular no va a dejar de crecer tan sólo porque se hagan bicisendas, sin cortar de raíz esta relación entre la política, el gobierno y el lobby empresarial”.
Hizo hincapié en que “este es el momento de no de seguir prorrogando las concesiones al sector empresarial, sino de que el Municipio tome, como lo dice la ordenanza 6979/87, el control del transporte público en una sociedad de estado que sirva al usuario, ofreciéndole el transporte público como primera alternativa, con lo cual se ahorraría mucho combustible, se solucionarían los problemas de tránsito y, sobre esa base, se pueden hacer políticas que desalienten el transporte privado y podemos hacer bicisendas”.