El Ministerio de Salud a partir de resultados recibidos ayer por la noche de parte del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI), confirmó hoy el diagnóstico de viruela símica en dos pacientes que residen en la ciudad de Buenos Aires (CABA).
Las personas referidas no tienen vínculo alguno entre ellos, pero sí es coincidente, como antecedente, que ambos arribaron recientemente al país provenientes de Europa.
Una de las personas es un hombre de 47 años que tras un viaje por Francia y España, comenzó con sintomatología inespecífica el sábado pasado 2 de julio, a la cual se agregó dos días después la aparición de exantema, razón por la cual se acercó a un efector privado de salud de la ciudad de Buenos Aires.
También tiene antecedente de viaje a España otro hombre, quien regresó a Argentina el 30 de junio y presentó síntomas el pasado 1 de julio. A raíz de ello, antes de ayer la persona se acercó a realizar una consulta en un hospital público de la misma jurisdicción.
Ambos pacientes están en seguimiento médico y en buen estado general cumpliendo el aislamiento que indica el protocolo sanitario.
Con estos dos nuevos casos de viruela símica son en total 9 los diagnósticos de esta enfermedad realizados por los equipos científicos del INEI, dependiente de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) "Dr. Carlos Malbrán".
La viruela símica se transmite de una persona a otra por contacto cercano con lesiones, partículas respiratorias y materiales contaminados, como la ropa de cama o utensilios. En el actual brote en distintos países no endémicos, los cuadros clínicos son leves y la mayoría presenta "de la misma manera que los casos detectados hasta ahora en Argentina" lesiones en diferentes partes del cuerpo, incluyendo genitales o el área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurra a través del contacto físico cercano (cara a cara, piel con piel, boca a boca y contacto sexual).
Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, muscular o de espalda, inflamación de ganglios y cansancio. Entre uno y cinco días posteriores se agrega erupción en la piel, que pasa por distintos estadios hasta formar una costra que luego se cae. Las personas infectadas contagian hasta que se hayan caído todas las costras.