Tras años de declive, el movimiento de los trabajadores en Estados Unidos está experimentando un renacimiento, con un aumento de la popularidad de los sindicatos y otras organizaciones de trabajadores.
En abril, el primer sindicato exitoso de Amazon en NuevaYork fue noticia en todo el mundo. Y el ejemplo parece haber cundido a lo largo y ancho del país en otros almacenes en Carolina del Norte, Kentucky y el norte del estado de Nueva York.
Heather Goodall empezó a trabajar en un almacén de Amazon cerca de Albany, Nueva York, en febrero. “Después de una semana no podía creer lo que veía. No había suficientes arneses para las personas, no cabían, había lesiones, era algo abrumador”, dice Goodall.
Empezó a preguntar a sus colegas sus opiniones acerca de formar un sindicato y encontró que había un importante interés, aunque también temores. Pero los miedos se empezaron a disipar tras la victoria en el almacén de Staten Island, y cuando los trabajadores veían su éxito a la hora de defender a otros colegas con sus problemas en Amazon.
Después de afiliarse al Amazon Labor Union, el sindicato independiente que ganó las elecciones sindicales en Staten Island, Goodall ha presionado para obtener la suficiente cantidad de firmas de autorización para conseguir una elección sindical con la Junta Nacional de Relaciones Laborales las próximas semanas. Amazon se opone a que los trabajadores lo hagan.
Mientras, la primera tienda de Apple en los Estados Unidos logró su primera elección sindical en junio. Trabajadores en dos supermercados de Trader Joe’s, dos sucursales de la cadena de restaurantes Chipotle y una tienda de la marca de ropa deportiva Lululemon han solicitado elecciones sindicales hace poco. En todos los casos, de tener éxito, serían los primeros locales de estas empresas en sindicalizarse.
Después de que por primera vez un Starbucks de Estados Unidos aprobara un sindicato, en Búfalo en diciembre del año pasado, alrededor de 200 tiendas de la franquicia han votado a favor de sindicalizarse, liderando el aumento de las peticiones de elecciones sindicales por parte de trabajadores. Las victorias han ocurrido a pesar de la agresiva oposición de Starbucks.
A principios de junio, Austin Locke, empleado de Starbucks desde hace seis años, tres de ellos en la tienda del Bulevar Ditmars en Queens, Nueva York, fue agredido por un gerente después de un conflicto acerca del protocolo COVID-19 antes de su turno laboral. Él informó del incidente a recursos humanos donde, según dice, menospreciaron el asunto y se mostraron a la defensiva.
Un par de semanas más tarde, poco tiempo después de que su tienda votara a favor de la sindicalización, le informaron de que había sido despedido por no haber completado el protocolo COVID-19 y por la acusación de que el incidente que reportó a recursos humanos acerca del gerente había sido falso.
Locke está en proceso de presentar una acusación de práctica laboral injusta a la Junta Nacional de Relaciones Laborales. Él es uno de las varias docenas de trabajadores que han hecho lo mismo, en medio del incremento de la organización sindical en las tiendas de Starbucks.
El despido de Locke ha incitado a varios grupos de trabajadores y miembros de la comunidad a protestar contra su despido y expresar un apoyo público a los esfuerzos de organización de los sindicatos en Starbucks.
“Básicamente estamos todos los días en las calles para repartir folletos y que todos en la comunidad, y los clientes que entran en la tienda -los clientes habituales que veía todos los días- sepan que me despidieron de manera ilegal”, dice Locke.
Starbucks ha negado todas las acusaciones de represalias a los trabajadores involucrados en la organización de sindicatos, y ha dicho que no hubo ningún altercado físico entre Locke y el gerente.
Los trabajadores de REI, una tienda dedicada a ropa y equipo para actividades al aire libre, sindicalizaron una tienda por primera vez este marzo en la ciudad de Nueva York. Una segunda tienda en Berkeley, California, tuvo sus elecciones sindicales el 3 de agosto.
Jules Gerlitz, empleada en el local de Berkeley, dice que los clientes muchas veces se sorprenden ante la falta de representación sindical en REI, puesto que la compañía es una cooperativa que se etiqueta a sí misma como progresista.
Gerlitz dice que un argumento antisindical común en varios gerentes de REI es decir que el contrato sindical no garantiza nada, y que podría potencialmente reducir la paga y las ventajas para los trabajadores, lo que, según Gerlitz, es un argumento ilógico, porque los trabajadores jamás aceptarían eso si estuvieran en la mesa de negociaciones.
“REI ha publicado información que pretende ser neutral. Pero es claramente antisindical en lo que intenta hacer, en términos de generar temores e incertidumbre acerca de todas esas cosas”, dice Gerlitz.
Poco tiempo después de que la tienda de Nueva York lograra su elección sindical, REI lanzó un programa de nuevos salarios y ventajas en toda la compañía, aunque REI niega que fuera en respuesta a la victoria en las elecciones sindicales.
Los trabajadores también dicen que los gerentes de otras tiendas que fueron convocados a la sucursal de Berkeley han dado información falsa acerca de los sindicatos a los empleados.
REI niega que se haya opuesto a los sindicatos. Dice que los gerentes de otras tiendas fueron convocados para ayudar con el trabajo en la tienda y cubrir las horas libres de los gerentes allí. REI también dice que ha resuelto los problemas de falta de personal en recursos humanos y que no hay ningún registro de quejas sin resolver por parte de la tienda de Berkeley.
“Vamos a apoyar completamente el proceso de petición en Berkeley, incluyendo el derecho de todos sus empleados a votar a favor o en contra de la representación sindical”, dijo un portavoz de REI en un correo electrónico a The Guardian.