Los comerciantes del Paseo Güemes que no pertenecen al rubro gastronómico volvieron a la carga contra el proyecto que se evalúa sobre la regulación de los decks, y presentaron un petitorio al Ejecutivo municipal ( ya habían hecho lo mismo en el Concejo Deliberante) en el que manifestaron su negativa a la instalación de dichas estructuras en el paseo comercial.
Fundamentaron que ocupan espacio público “que es de todos para una explotación privada”, también señalaron como perjuicio que producen “suciedad y contaminación ambiental y visual”.
Puntualizaron, a su vez, que generan una barrera arquitectónica que reduce espacios de estacionamiento y que afecta especialmente a personas con discapacidad motriz, lo que provoca “discriminación”.
Asimismo, afirmaron que se trata de “estructuras enormes que más que ‘decks’ son locales sobre la calle” y que “tapan el frente de otros comercios”. Asimismo, remarcaron que tienen “escaso o nulo mantenimiento” y que, en muchos casos, “no respetan tamaño y avanzan de más sobre la acera y la calzada“.
Además de señalar que la instalación de los decks “no es coherente con el concepto de ‘comer afuera’ (nombre de la primera ordenanza que los habilitó), “generan inseguridad, ya que, en ocasiones, sirven de aguantadero”.
Y sostuvieron que son inseguros para los consumidores y que provocan “una situación de desigualdad entre los comercios gastronómicos y los demás”.
Finalmente, sentenciaron que “ni el cobro de una tasa ni la necesidad o comodidad de algunos gastronómicos justifican el impacto socio-ambiental negativo generado por la instalación de estructuras que son totalmente extrañas al espacio de calzada que debería ser de uso privilegiado para vehículos y peatones”.