En el Reino Unido, 6 de cada 10 fábricas podrían cerrar por el aumento de los precios de electricidad, reportó este sábado Bloomberg, remitiéndose a un informe de MakeUK, una organización que apoya a las fábricas británicas.
Según datos de la entidad, casi la mitad de las plantas han experimentado un aumento de la factura eléctrica de más del 100 % en el último año y, por ello, el 13 % de las empresas han reducido las horas de funcionamiento o evitan las horas punta, mientras que el 7 % detienen la producción durante períodos más largos.
“La crisis actual está dejando a las compañías ante una dura elección: recortar la producción o cerrar el negocio por completo si la ayuda no llega pronto”, señala el reporte.
En este contexto, el director general de MakeUK, Stephen Phipson, subrayó que “es necesario que el nuevo Gobierno tome medidas urgentes". "Ya vamos por detrás de nuestros competidores mundiales”, agregó.
Actualmente, Europa enfrenta una crisis energética que comenzó luego de la implementación de sanciones contra Moscú y que está provocando un importante daño a su economía. Si bien el Reino Unido no depende directamente de Rusia para abastecerse de combustible, sufre por el aumento de los precios de la energía y el aumento de los costos de vida.
La situación se agudiza con el nivel de inflación más alto registrado en el país desde febrero de 1982. En julio, el índice de precios al consumidor en el Reino Unido se disparó al 10,1 %.