Cientos de estudiantes de secundaria se manifestaron en el centro de Santiago de Chile para exigir mejores condiciones y más fondos para la Educación, en la tercera jornada de protestas que acabó con la dura intervención de las fuerzas antidisturbios del cuerpo de Carabineros.
Al grito de “una educación digna” y de “hay dinero para los pakos (policías) pero no para la educación”, cerca de un millar de jóvenes avanzaron desde la estación de Héroes en dirección al Palacio de La Moneda con intención de alcanzar el Ministerio de Educación, al que no pudieron llegar por la presencia policial.
Después regresaron a La Alameda en dirección a la Plaza Italia, escenario principal de las protestas que en 2019 desataron el violento “estallido social”, donde se produjeron los primeros enfrentamientos entre estudiantes armados con piedras y antidisturbios a bordo de vehículos blindados que escupían agua a presión y gas pimienta.
“Estamos aquí para que no se olvide que la lucha no ha terminado. Los estudiantes no vamos a dejar la calle hasta que no se escuchen nuestras demandas”, explicó a Efe Marcela, una joven de 16 años que estudia en uno de los institutos del barrio de Lastarria, en el centro de la capital.
Marcela, que portaba una gran pancarta feminista, había acudido con sus compañeros de clase pese a la lluvia y el mal tiempo que caracterizó la jornada de protesta, convocada por la Coordinadora de Secundaria Revolucionaria (CSR) y otras organizaciones estudiantiles anticapitalistas y de la izquierda.
Los estudiantes de secundaria exigen “condiciones mínimas para estudiar”, mejores accesos a internet, mejores infraestructuras, transporte gratuito, prácticas y herramientas pagadas y aseguradas, un acceso universal a la universidad, educación sexual integral y la derogación de la “ley de aula segura”.
Al margen de la marcha, grupos de jóvenes violentos quemaron dos autobuses en el centro de la capital.